El valor de la “soja billete”, es decir, cuántos dólares reales quedan en la mano del productor al vender el poroto, descendió al nivel más bajo del último año como consecuencia de una caída a nivel internacional combinada con una ampliación de la brecha cambiaria interna.
El mejor momento para vender “soja billete” fue el pasado 18 de abril, es decir, en plena cosecha de soja de primera, dado que en esa jornada, considerando la cotización del dólar negociado en el mercado bursátil (MEP), era posible hacerse con unos 268 dólares por cada tonelada de soja vendida.
Hasta comienzos del mes de junio la “soja billete” acompañó la cotización de la soja disponible Rosario, pero luego, con el enrarecimiento del contexto político y el progresivo deterioro de las variables macroeconómicas, el destino de ambas se separó de manera brutal.
Mientras que el gobierno mantiene “pisado” el tipo de cambio oficial con el propósito de que siga operando como “ancla inflacionaria”, el valor del dólar MEP –a pesar de estar intervenido por el gobierno– se disparó en las últimas semanas.
La expansión de la brecha cambiaria no es producto de la escasez de divisas –que de hecho abundan en la economía argentina–, sino de un crecimiento bestial de la emisión de pesos que, lejos de aminorarse, viene subiendo para financiar el abultado déficit fiscal del Estado nacional.
Adicionalmente, la brecha cambiaria genera distorsiones –que son más grandes a medida que crece la brecha– que incentivan la salida de divisas del sistema, con lo cual el problema, lejos de solucionarse, se agrava con el paso del tiempo.
El denominado “dólar bolsa” o “dólar MEP” se obtiene al comprar un bono argentino en pesos que posteriormente es transformado en otro bono similar en dólares. Se trata de una operación realizada dentro del mercado argentino.