Sirlene Araujo Díaz es de los miles de ciudadanos venezolanos que emigró a la Argentina buscando refugio en medio de la grave crisis que atraviesa su país. Está aquí, entre nosotros. Periodista agropecuaria y directora del sitio Vida Agro, cuenta que en su país, como sucedió en algún momento en la Argentina, desde hace trece años que no hay cifras oficiales sobre el sector agropecuario local.
Y es que los números productivos, son feos, muy feos, como para ser admitidos por el régimen bolivariano que gobierna Venezuela desde hace dos décadas. Según la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), de tan maltrecho que está el sector agropecuario local, en 2018 solo cubrió un 20% de la demanda nacional de alimentos. Es decir, solo satisfizo la demanda de 2 de cada 10 venezolanos.
“Desde 2006 que no tenemos cifras oficiales del sector agropecuario en Venezuela. Por eso las cifras que tenemos son de gremios privados como Fedeagro. La agricultura del país está pasando el momento más oscuro de toda su historia. Si 2018 fue peor, en 2019 es probable se acabe la agricultura en Venezuela. Hemos retrocedido 70 años en producción”, resumió Sirlene a Bichos de Campo.
A modo de ejemplo, Araujo Díaz citó la producción arrocera, y mencionó que “en la década de 1940 producíamos 300.000 toneladas. En 2018 se produjo esa misma cifra, cuando en 2008 veníamos de registrar más de 1,5 millones de toneladas. Y como ese, todos los rubros agropecuarios vienen cayendo desde 2007 a esta parte, desde que en Venezuela rige el control de precios de las materias primas y control cambiario”.
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En general la economía venezolana se mueve al ritmo del petróleo. “El 98% de los ingresos de divisas al país llegan del petróleo y el 2% restante viene de otras actividades. Hasta 2008 vivimos un boom petrolero sin igual, con un barril a 150 dólares, y así teníamos para subsidios y para compra de materia prima, fertilizantes y maquinaria, con un dólar preferencial aparte. Pero ahora, habiendo caído drásticamente la producción y el precio del petróleo, no hay dólares preferenciales para dar, y además las reservas internacionales bajaron a la mitad”, explicó la periodista venezolana.
Araujo Díaz, que vive en Argentina desde agosto de 2018, recordó que “en 2006 comenzaron las expropiaciones de tierras y de empresas, lo que quitó a muchos productores del sector. Además, aumentó la inseguridad, y con la hiperinflación y escasez de combustible, se hizo una formula explosiva que llevó a no producir. Muchos abandonaron sus fincas y abandonaron el país. Es un entramado complejo que ya va más allá de la parte económica, debido a que también se vio extorsión y persecuciones”.
En cuanto a la compra de semillas e insumos por parte de los productores, Araujo Díaz dijo que “hay dos opciones, o bien lo hace a través del mercado negro, en donde debe pagar precios exorbitantes, o bien accede a la compra a través del Estado como proveedor. Agroisleña, que era la principal casa, fue expropiada y se convirtió en Agropatria, desde donde hoy centralizan la compra de semillas e insumos, y el productor debe anotarse en una lista de espera, para ver si le alcanza el fertilizante o el insumo que le dará el Estado. Hoy todo es a través del Estado”.
En referencia a los precios pagados a los productores, la periodista declaró que “a diciembre de 2018, sólo le pagaban 16 bolívares por un kilo de maíz, lo que no llega ni siquiera a un dólar. ¿Cómo puede ese mismo productor hacerse de fertilizantes o maquinaria con lo que le pagan?”, se preguntó.
Maíz, arroz y caña de azúcar, seguidos de carne y leche, son los principales productos que hacían en Venezuela. Sirlene recordó que “hasta 2004 Venezuela llegó a exportar arroz porque había excedentes. Lo mismo pasaba con el maíz, pero sólo hasta 2004. Luego uno escucha las declaraciones oficiales y piensa, qué descaro, porque la realidad es otra. Hay desabastecimiento y eso es real. Se somete a la población con el hambre”, subrayó.
–¿Y cuántos años llevaría que la parte productiva de Venezuela vuelva a ponerse de pie?- preguntamos.
-Primero debe darse un cambio de régimen. Con (Nicolás) Maduro no se podrá avanzar. En los rubros de corto plazo como horticultura y floricultura llevará de 4 a 5 años, pero recuperar la ganadería venezolana llevará incluso hasta 10 años- contestó.
En lo personal, Sirlene, que lleva más de 12 años de experiencia como periodista agroalimentaria, se mostró muy agradecida por el apoyo recibido en Argentina: “Llevo 5 meses aquí. Huí de Venezuela, buscando cómo insertarme, sin dejar de seguir de cerca lo que sucede en mi país. Trato de mantener mi web actualizada a distancia, pero el escenario es complejo”.