Los síndicos que intervienen en los concursos preventivos de Molino Cañuelas (Molca) y Compañía Argentina de Granos (Cagsa), empresas controladas por la familia Navilli, detectaron operaciones que resultaron sospechosas.
“Una serie de operaciones que llamaron la atención fueron las que involucran a Molca, Santa Cecilia del Oeste S.A., CNA Chile S.p.A. y Nitron Group LLC y que podrían dar lugar a acciones de recomposición patrimonial en el caso de una eventual quiebra (de Molca y Cagsa)”, señala el informe de los síndicos presentado ante el Juzgado en lo Civil y Comercial de 6° Nominación de la ciudad de Río Cuarto.
Si bien Molca denunció como fecha de inicio del estado de cesación de pagos el día 31 de agosto de 2021 –día en el cual el directorio de la empresa resolvió la presentación en concurso– lo cierto es que la compañía había dejado de abonar obligaciones financieras desde julio de 2018 con el propósito de renegociar vencimientos en el marco de un acuerdo extrajudicial (estrategia que, obviamente, fracasó).
Molca comenzó a relacionarse comercialmente con CNA y Nitron en el año 2018, es decir, en el inicio del período de complicaciones financieras. Como producto de ese relacionamiento, Molca termina teniendo una deuda comercial de 22,4 millones de dólares con Nitron y CNA.
El informe advierte que el 14 de junio de 2021, es decir, pocas semanas antes de declararse en cesación de pagos, Santa Cecilia del Oeste, empresa agropecuaria controlada por la familia Navilli, vende a Molca por 10 millones de dólares un inmueble rural (“Estancia El Carmen”) con 7407 hectáreas ubicado en el departamento San Martín de la provincia de Salta. El contrato establece que la primera cuota de un total de cuatro sería abonaba recién en 2024.
Un día después, el 15 de junio de 2021, Molca efectuó a CNA y a Nitron una “Propuesta de Tratamiento de Deuda, Dación en Pago y Financiación de Saldo”, que fue aceptada de inmediato por ambas empresas y que contemplaba la cesión de “Estancia El Carmen” por un valor de 12 millones de dólares como parte del pago de la deuda. Y el 23 de julio de 2021, Nitron, en su carácter de fiduciante fundador, cedió los derechos emergentes de la “Propuesta” al Fideicomiso Terrafertil.
“De la información expuesta, los instrumentos analizados y aquellos que se encuentran referidos en los distintos documentos pero que no hemos tenido a la vista, cuanto menos llama la atención las particularidades y complejidad de las operaciones celebradas desde el inicio de las relaciones entre Molca, CNA, Nitron y luego el involucramiento de Santa Cecilia Oeste mediante la llamativa operación inmobiliaria celebrada con Molca, que salta a la luz al momento en que Santa Cecilia Oeste se presenta a insinuar su acreencia en el pasivo concursal de Molca”, señala el informe.
“Parece que todo el complejo entramado de movimientos relatados y su instrumentación estaría orientada a construir una fachada de actos supuestamente beneficiosos para Molca”, añade el escrito.
Los síndicos además destacan que “no hemos podido acceder a información que permita conocer quiénes revestían –y revisten– el carácter de beneficiarios finales de cada una de las estructuras jurídicas intervinientes en los negocios referidos, lo que se deberá investigar en la etapa procesal oportuna para determinar si cabe la extensión de responsabilidad a terceros”.
Otro aspecto llamativo contenido en el informe es que el 22 de noviembre de 2019 Molca constituye el “Fideicomiso de Administración y Financiero Molino Cañuelas” con el propósito de “desarrollar un procedimiento por el cual se asegure la afectación de recursos provenientes de las ventas y otros ingresos determinados al pago de las obligaciones cuya atención resulte esencial para asegurar la continuidad productiva y comercial de Molino Cañuelas”, lo que evidencia que los Navilli ya anticipaban en esa fecha cuál sería la suerte de Molca y Cagsa.
El fiduciante de ese fideicomiso era Molca y el fiduciario BICE Fideicomisos, que es la misma entidad que administra el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), cuyos desembolsos se realizaron mayoritariamente a molinos controlados por la familia Navilli.
En lo que respecta a la determinación del valor probable de realización de Molino Cañuelas, el mismo fue calculado –considerando bienes tanto tangibles como intangibles– en 962 millones de dólares, mientras que ese mismo cálculo en lo que respecta a Cagsa es de 7,0 millones (o sea un total es de casi 970 millones de dólares). Tal cifra no alcanza para cubrir el pasivo total de ambas firmas concursadas, que asciende a 1470 millones de dólares.