Tal como había anticipado el último viernes el vocero presidencial Manuel Adorni, el Ministerio de Economía ordenó este miércoles “revocar” el contrato que, en abril de 2022, dio origen al fideicomiso llamado Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), cuyo objetivo formal fracasó estrepitosamente (mantener a raya los precios del pan común) pese a que hasta el 30 de noviembre pasado había distribuido 55.000 millones de pesos entre 20 empresas molineras, de las cuales 31.500 millones fueron a parar a manos de un solo grupo, Molinos Cañuelas, que además está en concurso de acreedores.
“Revócase el Contrato de Fideicomiso suscripto el día 7 de abril de 2022 entre la ex Secretaría de Comercio Interior y BICE Fideicomisos SA, conforme el modelo que fuera aprobado por el Artículo 2° de la Resolución 355 de fecha 7 de abril de 2022”, ordenó el ministro Luis Caputo en la Resolución 142/2024, que fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial.
Esta decisión es simplemente de forma pues el fideicomiso triguero en los hechos no funcionaba desde diciembre pasado, cuando el Tesoro dejó de enviar al BICE el dinero que recaudaba los por suba de 2 puntos porcentuales de las retenciones cobradas al aceite y la harina de soja.
Pero la medida tiene un alto valor simbólico, pues también fácticamente implica un espaldarazo de la nueva gestión libertaria a lo hecho por las anteriores administraciones del fideicomiso, que recaudó la friolera de 55.000 millones de pesos y los distribuyó entre un pequeño grupo de molinos, cuando todo el resto de las empresas del sector habían rechazado ese procedimiento, considerando que no iba a servir para reducir los precios del pan y argumentando que parecía un “traje a medida” del grupo Cañuelas, que detenta el 20% de la molienda de trigo y enfrenta un concurso con pasivos por unos 1.300 millones de dólares.
El responsable político de la creación del FETA fue el ex secretario Roberto Feletti, pero luego el mecanismo de transferencias de recursos de los productores a ese pequeño grupo de empresas sobrevivió a diversas gestiones de Comercio Interior, como la de Guillermo Hang o la de Matías Tombolini, ya en los tiempos de Sergio Massa como ministro de Economía.
Pese a que hay denuncias penales presentadas por diputados de la Coalición Cívica y también un recurso administrativo solicitando la intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, esos expedientes no han dado pasos significativos. El gobierno de Milei, con esta decisión, lo que hace ahora es apurar los pasos administrativos para que la basura quede bien escondida debajo de la alfombra.
“Instrúyase a la Secretaría de Comercio para que arbitre los mecanismos necesarios para proceder a la liquidación del FETA, de conformidad con lo establecido en el Contrato de Fideicomiso”, ordena el ministro Caputo. Previamente se había informado en la resolución que el fideicomiso triguero no registraba ni deudas ni transferencias pendientes, así que su liquidación será tarea sencilla.