La sequía inicial, combinada con heladas tardías y enfermedades que proliferaron con las lluvias abundantes registradas en las últimas dos semanas, armaron un “combo” fatal para el cultivo de trigo en la Argentina.
En ese contexto, el equipo técnico de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) acaba de realizar un nuevo recorte de la producción estimada de trigo para ubicarla por el momento en 13,5 millones de toneladas.
“La sequía que siguió vigente en gran parte de las zonas productivas de Argentina hasta el 20 de octubre, el efecto de las heladas tardías y los posibles efectos de enfermedades fúngicas tras las lluvias mantienen un alto nivel de incertidumbre sobre el resultado de la actual campaña”, alertó este miércoles la BCR.
“A pesar de que se hizo todo para que el potencial triguero supere los 17,0 millones de toneladas, guarismo que se hubiese alcanzado bajo un escenario de clima normal, la continuidad de condiciones de sequía, que se prolongó por casi tres años y diez meses, no permitió la recuperación del trigo”, añadió.
Ya se recolectaron en el norte del país 550.000 hectáreas de trigo (10% del área nacional) con un rinde promedio estimado de apenas 26,4 qq/ha
El rendimiento promedio proyectado para la provincia de Santa se ajustó a sólo 21,7 qq/ha, mientras que en Córdoba el ajuste de rinde es significativo y ahora se espera una media de 18,5 qq/ha.
En tanto, en el “bastión” triguero del sudeste de Buenos Aires los rindes esperados se muestran muy firmes apuntando a un rango que va de 40 a 60 qq/ha, aunque será necesario evaluar el impacto de las enfermedades que se expandieron con las últimas precipitaciones.
“En el centro y norte bonaerense hubo una recuperación pluvial, pudiendo obtenerse mejores rindes. Lamentablemente, el oeste bonaerense sigue necesitando de muchos milímetros. A la variable lluvias, hay que agregar el factor heladas: del 26 al 27 de octubre se registraron temperaturas muy bajas”, apuntó la BCR.