Una de los departamentos entrerrianos que mayores desafíos representa para la lucha contra la garrapata es sin dudas el de Islas del Ibicuy. Aunque por ahora se mantiene libre de esa plaga, su extensión, geografía y cantidad de animales, así como sus experiencias pasadas, hacen a los veterinarios integrantes de la FUCOFA (la Fundación de Lucha contra la Fiebre Aftosa de esa provincia) tomar recaudos adicionales. Y las balas, por desgracia, pican cerca.
“El departamento cuenta con arriba de 30 focos evitados. Se trata de 30 tropas de animales donde encontramos garrapata y tuvimos que devolver a origen, es decir, 30 casos que hubiesen podido contaminar todo”, dijo a Bichos de Campo Laureano Bello, el coordinador de esa fundación sanitaria en el delta entrerriano.
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Oriundo de esa zona, el profesional se maneja con soltura por los distintos canales que se desprenden del Río Paraná, y mantiene una relación cercana con los productores -que año a año son visitados por los 13 vacunados que tiene allí la FUCOFA, además de los paratécnicos que buscan garrapata-, a quienes considera claves para mantener al departamento “limpio”.
“Conocer la zona me facilita el trabajo, y los productores son quienes colaboran conmigo para que todo esto se pueda llevar a cabo. De ingresar la garrapata y tener un foco, lo único que podría ayudarnos sería una creciente. Nos daría un borrón y cuenta nueva. Un foco acá se multiplica por cinco entre los campos no alambrados y el tráfico que hay de hacienda”, alertó señaló Bello.
Es por eso que en la zona se trabaja de forma especialmente cercana con Senasa, que es el encargado de brindar los informes sobre los ingresos de animales al departamento, en especial de aquellos que vienen de zonas con focos activos.
Una vez dentro, los paratécnicos deben revisar al menos el 30% de los animales en busca de la plaga. Un solo hallazgo positivo, en cualquiera de sus estadios, es motivo suficiente para hacer regresar a origen ese lote.
La dinámica del comercio de hacienda ha cambiado a tal punto que, relata el veterinario, los propios consignatarios anticipan a los entrerrianos que lotes provienen de localidades afectadas como Corrientes.
“Nos cambió la modalidad de los negocios. Hoy se ve en los remates la leyenda “Entre Ríos abstenerse”. Yo voy a luchar por proteger al departamento. No queremos garrapata, y el pensamiento de abandonar el plan para ir hacia una inmunidad natural, que a veces se escucha, no lo comparto. Por eso seguiremos trabajando”, sentenció Bello.
-La provincia fue libre durante cuatro décadas, tuvo presencia de la plaga durante el brote de comienzos del siglo y luego volvió a ser libre. ¿Sos un convencido de que se puede erradicar nuevamente?– le preguntamos.
-Sí. El departamento tuvo un foco y pudo resolverlo. Llevó su trabajo por las dificultades en el encierre pero hay personas que están trabajando muy bien. Cuando se quiere, se puede.





