Debe haber sido un sapo grande el que se comieron los dirigentes de las entidades agropecuarias tradicionales, de las asociaciones técnicas, y de las cadenas de cultivo, con la reimplantación de las retenciones a la exportación de todos los productos del agro.
El sapo, en realidad, debe de haber sido enorme, al punto de bloquearle la garganta y anudarles las cuerdas vocales. No se explica de otro modo que ninguna de ellas haya reaccionado todavía públicamente contra el artículo 83 del proyecto de Presupuesto 2019, que habilitaría al Ejecutivo a elevar ese tributo del tope del 12% actual hasta el 33% si fuera necesario.
Volvieron las retenciones. Y ahora piden permiso para subirlas hasta 33% si hiciera falta
Frente el silencio de la Mesa de Enlace sobre el As que el gobierno se guarda bajo la manga, apenas se conoció una carta de un grupo de productores “autoconvocados” que parecían furiosos con esa posibilidad. Pero ahora se sumó una voz institucional más sólida: la de la Federación de Acopiadores.
“Hemos aceptado, en silencio, primero la eliminación de los reintegros a las exportaciones, luego el incremento de los derechos de exportación a la soja y la aplicación nuevamente de retenciones al trigo, maíz, economías regionales y a todos los productos exportables; todo ello adhiriendo al compromiso público asumido por el Presidente de la Nación en el sentido de realizar un último y necesario esfuerzo para reducir el déficit fiscal”, enumeró el comunicado de los acopiadores que “alerta” sobre el artículo 83 y pide que ese párrafo sea excluido de la ley de leyes.
Sobre la posibilidad de que el gobierno puede elevar las retenciones hasta el 33% hasta fines de 2020, la Federación indicó que “manifestamos nuestro más rotundo rechazo a tal iniciativa, ya que su sola mención nos retrotrae a conductas y políticas anti exportadoras que entendimos estaban perimidas, sobre todo cuando creemos estar imbuidos por una verdadera vocación por el cambio y desde el propio Gobierno se ha calificado a los derechos de exportación como pésimos tributos”.
Primeros síntomas de enojo ante la posibilidad de que suban las retenciones al 33%
“¿Acaso se puede pensar en fuertes inversiones cuando de la noche a la mañana el Poder Ejecutivo puede llevar los derechos de exportación al 33% alterando sustancialmente cualquier ecuación económica prevista? ¿Dónde queda la necesaria seguridad jurídica para alentar inversiones?” Esas fueron las preguntas de la entidad que dirige Fernando Rivara.
Y para abundar, los acopios añadieron: “Nos preguntamos cómo puede ser que el Gobierno hable de reglas claras, seguridad jurídica, del supermercado del mundo y al mismo tiempo se reserve la potestad de confiscar en un instante un tercio de la facturación bruta de cualquier bien exportable”.