Aquellas zonas del país que recibieron lluvias en la medida justa para recargar los perfiles del suelo, están por estos días arrancando –aún con algo de timidez- la siembra de maíz. Con precios que no son del todo tentadores, la tendencia marca que el foco estará puesto en el volumen, como forma de asegurar rentabilidad.
En esto coincide el gerente comercial de la firma Nidera, Pablo Colomar, que asegura que “si el precio no acompaña, hay que inflar la cantidad”.
“Ni el precio ni los futuros son tentadores, pero sí hay mucha agua en los perfiles y el maíz es muy eficiente en aprovecharla. Este es el año para aplicar las estrategias ofensivas que buscan productividad. Hay que sacar mucha cantidad de granos”, dijo el conocedor, en conversación con Bichos de Campo.
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En este sentido, Colomar observó que luego de la definición del híbrido a sembrar, los productores están apostando a ajustar los niveles de fertilización.
“Estamos viendo que hay más análisis de suelo, que hay más demanda de fertilizantes, que hay un interés mayor al del año pasado respecto del uso de nitrógeno, porque el maíz responde muy bien a él. La relación insumo-producto da bien para hacer maíz y hacerlo bien”, afirmó.
Aún así, lejos estamos de los rindes de países como Estados Unidos, donde por hectárea se proyecta alcanzar las 16 toneladas, contra las 7 de Argentina.
“Estamos un 25% abajo en el manejo del productor versus los ensayos de investigación. Los ensayos son en lotes de productores: se planifica la fecha de siembra, se ajusta la fertilización en base de análisis, se cosecha en el momento adecuado, se hace un buen control de maleza y ahí estamos 25% abajo respecto a ese índice ambiental. Creemos que ahí tenemos la oportunidad de subir los pisos y maximizar también los techos. Con tecnóloga de proceso creo que podemos hacer muchas cosas”, sostuvo el gerente.