La última edición de la Exposición Ganadera de Palermo se convirtió en el salón de fiestas de los cabañeros y productores de la raza Shorthorn. Habiendo alcanzado los doscientos años desde la llegada de Tarquino, el toro importado por el estanciero John Miller en 1823 que terminó impulsando el refinamiento de los rodeos locales, los motivos de celebración sobran.
“Los 200 años no son solo para la raza sino para la ganadería. Fue el hito donde se empezó el mejoramiento genético y por eso estamos todos muy contentos por el apoyo de la Sociedad Rural, la predisposición de los criadores, de los cabañeros y de la gente que usa la raza para cruzar”, dijo Luciano Macaroni, cabañero y vicepresidente de la Asociación de Criadores de Shorthorn, en un mano a mano con Bichos de Campo.
-¿Qué define a esta raza?- le preguntamos.
-La mansedumbre, la habilidad materna. En algún momento fue una raza doble propósito. Hoy es netamente carnicera, por lo menos por lo que estamos haciendo en Argentina. Y luego está la calidad de carne, el marmóreo, la terneza, el sabor.
-¿Cómo viene la raza en términos de cabañeros y productores?
-Crece muchísimo. El crecimiento es desde hace ya varios años, pero creo que la gran explosión pasó en los últimos cuatro o cinco. Ahí fue muy notoria la diferencia y el interés en conseguir madres más que nada. Toros siempre hubo, pero hoy si se quiere conseguir un vientre Shorthorn para un rodeo general o para lo que sea, tenés que moverte porque la demanda supera ampliamente a la oferta.
-¿Qué se ha mejorado en los últimos años que hace que no se consigan esos vientres?
-Creo que se empezó a perder ese miedo a cruzar y se empezaron a vender los toros un poco más. La raza tiene una particularidad: a diferencia de otras, el color varía mucho y por ahí a la gente le gusta ver algo más homogéneo. Creo que eso se va perdiendo. No te importa que sea blanco, rosillo, overo o colorado, lo que querés es que el número sea interesante. El vigor híbrido también es una herramienta muy importante, siempre que cruces va a tener una ganancia extra. Creo que cuando hacés los números, la raza empieza a sonar más interesante.
Pero eso no es lo único que los criadores andan festejando por estos días. Aprovechando la vidriera que supone la exposición, la Asociación lanzó una nueva cruza llamada Shorthonr Plus.
“Es una raza que está muy de moda en Estados Unidos. Tiene que mantener el 50% de raza Shorthorn y después puede variar el otro porcentaje, que normalmente es Angus. Lo habíamos hecho hace bastante tiempo, como diez años, y no lo habíamos alcanzado a exponer. Y este año, bueno, era el momento”, contó Macaroni.
-¿Buscan que se instale como posible raza?
-Para que se popularice va a llevar un tiempo. Las cosas no son de un día para otro. Creo que lo importante es que quien esté dispuesto a cruzar, vea un animal con ese porcentaje de sangre bien preparado y tenga un ejemplo de cómo le puede salir la hacienda si cruza con Shorthorn. Después, en lo que es show, no sé si iba a prosperar del todo en Argentina porque como te decía, somos un poco puristas. En lo que es a productividad y cruzamiento, creo que va a ser muy importante que la gente lo vea acá expuesto en esta vidriera, que es la más importante del país en el año.
Además de ser el vicepresidente de la Asociación, Macaroni puede opinar de la raza en calidad de cabañero, ya que se encuentra al frente de Santa María, un proyecto que inició su abuelo en 1953.
-¿Por qué seguís apostando a esta raza después de 70 años? ¿Por qué continuás con el proyecto de tu abuelo?
-Porque funciona. Si bien hoy hablábamos del pasado de la raza, creo que tenemos que empezar a pensar en el futuro y verla como una herramienta importante por el cruzamiento, por el vigor híbrido, por la calidad de carne, por la mansedumbre, por la habilidad materna. Es una raza muy maternal, que te entrega todo. El ternero siempre pesa más porque la vaca tiene mucha leche.
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-Y alcanza con eso o hace falta algo más para que la gente siga apostando a esto que termina siendo, como decís vos, un negocio económico.
-Con esas tres o cuatro características que te va a mejorar, el número es interesante. Todo termina siendo dinero. Por ahí no es algo que esté muy difundido, pero vos siempre que cruzás dos razas puras, tenés un 12% de ganancia extra sin hacer nada más que cruzar. Entonces eso, ante una situación tan finita como es hoy la ganadería, puede hacer que vos ganes plata o no. Creo que es fundamental y la recomiendo como una herramienta muy importante.