Se estima que, desde que se fundó, en 1995, hasta la fecha, SolFrut lleva invertido mucho más de 100 millones de dólares. Lo demuestra tanto su estructura, con tres fincas en San Juan y una en La Rioja, como su capacidad productiva, con más de 3000 hectáreas implantadas con vides, olivos y pistachos para abastecer su actividad vitivinícola, alimenticia y oleaginosa.
Pero no es sólo uno de los emprendimientos agroindustriales más grandes de Argentina, que emplea a más de 200 personas y tiene la industria de elaboración de aceite de oliva más importante de Latinoamérica, con la marca Oliovita. Sino que, además, ha logrado combinar la integración de todo el proceso productivo con los parámetros de calidad y una estrategia de sustentabilidad muy exigente.
La ingeniera industrial Sofía Chediack es una de las personas que está a cargo de los proyectos de renovación energética, así como también del seguimiento técnico de todo el ciclo productivo, que inicia con la obtención de materias primas y finaliza con productos de alto valor agregado. Consultada por Bichos de campo, la especialista ratificó el compromiso que tiene la empresa en la preservación de los recursos como condición para producir a gran escala.
“Hace 30 años eran temas de los que no se hablaba, pero en la visión de nuestra compañía siempre estuvo hacer las cosas de la mejor manera posible, con la sustentabilidad como eje rector”, señaló en su recorrida por la planta ubicada en Media Agua, al costado de la ruta 40.
La empresa, que es parte del Grupo Phrónesis, complementa integración productiva, calidad y cuidado del medioambiente. Una de sus ramas más importantes es la olivícola, ya que no sólo producen su propio aceite de oliva, bajo la marca Oliovita, sino que también envasan el producto de otras 14 marcas de terceros. Ya inauguraron una nueva planta de producción, con capacidad de guarda de 4000 toneladas, y ahora avanzan hacia un proyecto de ampliación y mudanza de la planta de envasado.
La ventaja es que SolFrut controla todo el ciclo de la cadena productiva, “desde la plantación y la cosecha de la fruta, hasta el proceso industrial de elaboración del aceite y el filtrado específico para cada uno de los productos”, explicó Chediack. No compran una fruta que luego procesan, o un aceite que luego envasan, sino que trabajan en todo el proceso.
Además, cuentan con su bodega, Finca del Enlace, que exporta a todo Latinoamérica y se abastece con las más de 200 hectáreas de vid implantadas. A ello se suma la producción de pistachos, con casi 900 hectáreas en la localidad de 25 de Mayo, al este de la planta aceitera. Pero una de sus apuestas más importantes fue la recientemente inaugurada planta de alimentos Santa Lucía, la primera y única de San Juan en elaborar barritas de cereal junto a otras comidas listas para consumir. Desde ahí, sólo en 2023 despacharon 500 toneladas de alimento por mes.
Olivos en La Rioja, pistachos y vino en 25 de mayo, alimentos en San Juan y aceite en Media Agua; cada uno de esos sectores tiene un punto en común: “la gestión responsable de recursos, el cuidado del agua, la eficiencia energética y la promoción de generación de energía renovable”, destacó Sofía.
Con menos de 100 milímetros de lluvia anuales, y un elevado índice de radiación solar, San Juan tiene una desventaja, el escaso recurso hídrico, que puede contrarrestarse con una ventaja, la energía solar. Para aprovecharlo, Solfrut montó su propio parque de paneles solares en la finca de Media Agua, que se suma a los que ya cuentan en los techos de las naves de Santa Lucía. Chediack lo describe como una “muy buena experiencia”, porque proveen entre el 60 y el 70% de la energía utilizada.
Mirá la entrevista completa con Sofía Chediack:
En el fondo, la búsqueda es cuidar el agua, sobre todo con lo importante que es para una producción agrícola e industrial de esas dimensiones. “Gran parte de la energía eléctrica utilizada nos saca agua, que es un recurso muy escaso que tenemos que preservar”, explicó la especialista. Por eso, la energía renovable obtenida la usan, sobre todo, para las bombas de extracción de los pozos.
Asimismo, eso se combina con complejos sistemas de riego, que permiten hacer más eficiente la gestión del recurso. “Todas las plantaciones nuestras están pensadas para hacer riego por goteo y estamos trabajando en el enterrado de los sistemas”, detalló Sofía, en relación a que así se evita la evaporación y se utiliza hasta un 30% menos de agua que con sistemas tradicionales.
Pero no es sólo una decisión ecológica, sino también económica. Desde el punto de vista del costo, con la baja de los subsidios, continúa subiendo el precio de la energía de red y no es mala opción invertir en paneles. La amortización, calculan, será de entre 5 y 10 años, entre el ahorro de la energía de red y en climatización, por colocar los paneles en los techos de las naves.
Por otro lado, Sofía destaca la “calidad de la energía”, como un aspecto clave para la migración hacia la energía solar. “La energía de red tiene sus limitaciones, podemos tener microcortes o problemas con el suministro”, afirmó, por lo que los paneles permiten la operación ininterrumpida y evitan los costos de frenar la producción o reparar maquinarias.
Para SolFrut, la estrategia de sustentabilidad recién está dando sus primeros pasos. La nueva planta dedicada al envasado de aceite también contará, en su superficie de 4000 metros cuadrados, con paneles solares en el techo. No son obras exentas de complejidades, sobre todo respecto al mantenimiento, pero todo indica que continuarán en esa línea.+
– ¿Cuáles son los próximos pasos para la empresa?
– Nuestro nuestro proyecto a mediano plazo es tratar de hacer inversiones en parques solares en todas las fincas que tenemos, para que permitan alimentar todos los pozos y todas las industrias. Queremos llevar al máximo la generación de energía y que nuestro propio consumo esté cubierto por los parques propios.
– ¿Qué significa para ustedes tener un proceso industrial abastecido por energías limpias?
– Para nosotros es un sueño. Tenemos todos los procesos integrados, podemos cuidar cada uno de los pasos del ciclo y además sumamos la pata de la sustentabilidad. Eso siempre estuvo en la visión de la compañía. Es hacer las cosas de la mejor manera posible, tratando de preservar todos los recursos que que nos da la tierra y el espacio donde estamos instalados.
Muy importante para nuestra provincia el uso de la energía solar y sobre todo en la producción y elaboración de alimentos