Un laboratorio veterinario Pyme tarda en promedio dos años y medio (o 30 meses) para poder obtener la autorización del Senasa para poder comercializar uno de sus productos en el mercado. Mientras tanto, las empresas que más insumos han logrado inscribir en el vademecum oficial reducen significativamente esos plazos. Lo denunció un empresario que desde hace años se queja del favoritismo de los filtros oficiales para ciertas empresas, en perjuicio de otras.
En rigor, desde hace mucho tiempo que Maximiliano Bruzzone comenzó a denunciar a viva voz que había sido víctima de la corrupción en el Senasa y que los funcionarios de este organismos habían demorado durante varios años la aprobación de sus registros, de modo de favorecer a ciertas empresas por sobre otras.
Ahora, lo que hizo el empresario es estudiar -en base a los registros ya concedidos- cual ha sido el ritmo de aprobación del Senasa en los diferentes casos. Según esta aproximación, mientras el promedio de mercado Pyme tardó 30 meses en obtener los permisos oficiales, las empresas que más registros tienen gozan de plazos muy inferiores, de solo tres meses por cada nuevo registro.
Esto, obviamente, marcaría una línea hacia la concentración del negocio.
Bruzzone, que luego de denunciar por mucho tiempo cierta corrupción en los cuerpos técnicos de Senasa logró destrabar solo algunos de sus productos, citó dos casos concretos de laboratorios grandes que tendrían mucha mejor suerte que la de los chicos ente el organismo que regula el mercado veterinario: El laboratorio Over, según remarcó, logró una autorización cada 1,6 meses. Mientras que el laboratorio Zoovet obtiene sus permisos con una frecuencia de 1,2 meses.
Con este tipo de comparaciones, Bruzzone sigue reclamando mejoras en el régimen de aprobaciones del Senasa, a pesar de que en su caso el organismo se puso al día con sus solicitudes. “Ya me reintegraron los productos que tenía aprobados. Para los demás, tenía cuarenta cajoneados que era por la denuncia que no me los querían aprobar, me los hicieron ingresar de nuevo y los van a analizar sin pagar arancel, porque teníamos 25 millones de pesos en aranceles que me los habían cajoneado”, relató el empresario a Bichos de Campo.
Aunque el empresario considera que las cosas han mejorado bastante a partir de sus denuncias y quejas, especialmente a partir de la llegada del nuevo gobierno, cree que todavía hay mucho margen de mejora, y por eso realizó este informe. Las conclusiones son que mientras el resto del mercado demora 2/3 años por producto, hay empresa con 80 a 100 productos aprobados en 25/30 años”.
El Senasa promete publicar en los próximos meses un vademécum completo de los productos veterinarios
“Over y Zoovet superan toda lógica administrativa, llegando a aprobaciones 18 a 55 veces más rápidas”, se quejó Bruzzone, para quien “el efecto es directo, pues las empresas con más velocidad acumulan mayor cuota de
mercado, más capacidad económica y crecimiento acelerado”.