A principios de febrero, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) lanzó -después de años de reclamos- un sistema de gestión digital para el registro de fitosanitarios y biológicos, que busca poner fin a los cuellos de botella en los trámites para dar de alta nuevos productos formulados. Esto, según pudo saber Bichos de Campo, ayudaría a resolver una “pesada herencia” recibida por el organismo: existen al momento unos 6 mil expedientes pendientes de resolución y hay demoras de cuatro o cinco años.
“Los usuarios podrán realizar de manera totalmente en línea los siguientes trámites: solicitud de registro de productos fitosanitarios formulados nuevos, línea agrícola; solicitud de registro de productos fitosanitarios formulados referenciados. Así, desde una computadora se podrá: iniciar del trámite, presentar la solicitud, efectuar el pago, realizar subsanaciones, seguir los avances y acceder al historial de la información presentada en el momento que se requiera. Además cada trámite contará con un canal de comunicación para evacuar consultas relacionadas”, informó el ente sanitario que preside el agrónomo Pablo Cortese.
Este asunto ciertamente se volvió uno de los temas prioritarios de la nueva gestión que, según se informó a este medio, fue exigido por el propio Vilella, reconociendo que las quejas del sector por las demoras del Senasa eran justificadas.
Si bien el cierre o la aprobación de muchos de esos 6 mil expedientes no son atribuibles únicamente a la pesada burocracia del organismo, con este nuevo sistema se esperaría corregir errores y solucionar temas clave como la falta de transparencia y los riegos de posibles coimas en los pedidos de autorización.
En este sentido, también se decidió un refuerzo en la contratación de personal del área de aprobación, que pasaría de tener 2 a 6 técnicos químicos para realizar el análisis de nuevos productos y evaluar la información presentada por cada empresa, resultaría clave para lograr ese cometido.
Frente a este panorama, Bichos de Campo consultó a referentes del sector insumero para saber si esta adecuación fue bien recibida y si alcanzará para resolver los retrasos en los registros.
Uno de los más críticos del proceso existente hasta ahora había sido Pablo Lafuente, gerente de marketing de la firma Spraytec, quien en declaraciones radiales previas consideró que “estamos estancados en lo que es la productividad por hectáreas en comparación con lo que está pasando en los países vecinos”.
“Una de las causas, desde mi punto de vista, es el cuello de botella que el Senasa ejerce sobre los registros de productos. Pasaron varios gobiernos y la situación es la misma. Habría que replantear el sistema; no funciona más. A los que nos toca trabajar con otros países, y tenés la comparación permanente, nos da mucha indignación. Los tiempos reales van por un lado y los tiempos de la burocracia van absolutamente desacoplados por otro. ¿Por qué no producimos más hace tanto tiempo? Una pequeña parte de esa explicación es esta. En Brasil tenemos 60 productos registrados en Brasil y en Argentina 6. Es una lástima que el productor argentino no pueda acceder a las tecnologías, porque produciría más y mejor; y en muchos casos más barato y de manera más sustentable”, dijo el empresario en Radio Mitre.
Tras el anuncio de la modificación, durante un intercambio con este medio Lafuente dijo: “La verdad es que es un avance, se nota claramente que el gobierno tiene intenciones de ir quitando las trabas. Por supuesto no es el ideal, pero lo celebramos. Aún hay mucho por desregular. Debería ser muchísimo más simple y se deberían quitar todos los kioscos que tengan que ver con gestorías y cosas que realmente le quitan mucha confianza a un proceso que debería ser claro. No digo que tenga que ser simple, pero al menos claro y donde cada empresa finalmente garantice al mercado el producto que tiene disponible”.
“Hay que recuperar las posiciones productivas que hemos perdido con Brasil. Ellos nos han pasado productivamente como poste porque incorporan mas tecnología y es más simple incorporar nuevos productos”, sostuvo.
En efecto, en noviembre del 2023 el Senado de Brasil aprobó una ley que flexibiliza las normas de aprobación, registro y comercialización de pesticidas en ese país. La misma impuso además que la potestad para aprobar dichos trámites pasaría a estar bajo el Ministerio de Agricultura, quien debería además evaluar el nivel de riesgo que suponen estos tóxicos para la salud humana o para el medio ambiente.
Por otro lado, también se fijó la aceleración en los plazos para la concesión de los permisos e introduce las licencias temporales, que pueden dar luz verde al uso de un nuevo insumo en un plazo de 30 días.
Frente a esto, Lafuente señaló que otro punto clave a tener en cuenta son los trámites para registrar fertilizantes.
“Los trámites de agroquímicos siempre estuvieron separados de los de los fertilizantes, porque claramente tienen incluido un concepto de impacto toxicológico que hay que tener en cuenta. Eso por supuesto que merece un tratamiento diferencial. Un tema interesante que se debería empezar a mirar es productos que no terminan de encasillarse en agroquímicos o fertilizantes”, indicó.
Y detalló: “Por ejemplo, Spraytec tiene productos como Cubo, que son fertilizantes y que al mismo tiempo generan una mejora en el estatus sanitario de las plantas. ¿Ese producto se registra como fertilizante o como fungicida? ¿Es un fungicida químico? No, en realidad es un fertilizante que mejora el estatus sanitario a través de las defensas propias de las plantas y de una acción indirecta sobre los hongos, pero también algunos nutrientes como el cobre generan una acción directa sobre el hongo. Esto de encasillarlos de manera tan rígida hace que tengamos que elegir las empresas cómo registrarlos y de alguna manera la legislación debería ser la que siga lo que pasa en la realidad. Pero insisto que es un gran avance”.
La adecuación también fue celebrada desde la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), que agrupa a las grandes marcas de agroquímicos.
“El sistema de registro argentino es un sistema muy robusto, que fue tomado como modelo en muchos países de América Latina, incluso es equiparable al de la Unión Europea. El gobierno se basó en las normativas de FAO, por ejemplo, para elaborarlo. Sin embargo, tiene son muchas etapas que se deben seguir. Es un proceso muy largo que, más allá de los pasos que establecía la reglamentación, muchas veces se veía demorado por ser en papel y se armaban cuellos de botella. Por eso recibimos a la digitalización de los trámites con mucho entusiasmo, pero hay que mencionar también que no todos los trámites están disponibles”, dijo a Bichos de Campo Federico Elorza, responsable de gestión sustentable.
“Lo que queríamos era lograr un sistema que ya existe en otras áreas. Con esta salida lo más importante para nosotros es permitir la trazabilidad de un trámite y la previsibilidad de cuándo lo tendremos aprobado, que es algo muy importante para las compañías que deben establecer estrategias de marketing. También para saber cuándo vamos a tener nuevas tecnologías en el mercado y que el productor contar con ellas”, sostuvo Elorza.
“Y quiero remarcar ese punto. No es que hay menos exigencias. Las exigencias siguen siendo las mismas y eso es lo que hace que el sistema de registro sea tan bueno. Lo que teníamos era muchas demoras porque hay muchísima demanda de trámites. En los últimos dos años ha habido un crecimiento muy fuerte en lo que son los productos biológicos y hay muchas demandas de muchas empresas nuevas queriendo registrar productos. La digitalización de favorece muchísimo a que el proceso sea más fluido”, concluyó.
En la vereda de los bioinsumos, las impresiones también fueron positivas aunque sostuvieron que aún hay algunos puntos de preocupación.
“Este gobierno ha propuesto una solución importante para la inscripción de bioinsumos. Hasta ahora el trámite era sumamente dificultoso y tardaba años en realizarse una inscripción porque no había respuesta. No se sabía en qué lugar se estaba realizando y no teníamos control a través de ningún sistema”, dijo a Bichos de Campo Roberto Rapela, presidente de la Cámara Argentina de Bioinsumos (CABIO).
“Sin embargo, estamos dudando de la cantidad de personal que va a estar dedicado a este tema, porque sabemos que hay escaso personal en el sector de biológicos. Si esto se lleva a cabo como corresponde, y se contrata el personal suficiente para responder a todas las inscripciones que se hagan por vía digital, va a ser una gran solución”, sostuvo.
Senada es una mafia los retraso son a propósito, si traban bien nadie les paga coimas. Es claro kioscos que dejen mucha plata a corruptos