Como ya había sucedido un par de meses atrás con Alemania, Hungría reconoció este viernes un brote de fiebre aftosa, ante la DG SANTE de la Comisión Europea. El foco se registra en el condado de Györ-Moson-Sopron en Kisbajcs, cerca de la frontera entre Hungría y Eslovaquia, en una explotación de ganado lechero.
Según el reporte presentado ante la OMSA, en la explotación afectada hay1.418 bovinos de diferentes grupos de edad. Los síntomas clínicos comenzaron el 3 de marzo en un grupo de vaquillonas. Según informan los medios europeos se observó salivación, pérdida de apetito y consumo de agua. El 5 de marzo se informó al veterinario oficial, que visitó inmediatamente el lugar y encontró vesículas y lesiones en la boca, así como en la banda coronaria y el espacio interdigital en algunos animales. El 80% de las vaquillonas tenían fiebre. Se ordenó inmediatamente la restricción local oficial. Se tomaron muestras (sangre y tejido) y el NRL confirmó el caso positivo de la prueba PCR en la tarde del 6 de marzo.
Frente a la emergencia, se han implementado todas las medidas requeridas por las legislaciones nacionales y de la Unión Europea. Se ha creado una zona de protección con un radio de 3 kilómetros y una zona de vigilancia con un radio de 10 kilómetros. Adicionalmente se decidió la restricción de movimiento de todos los animales susceptibles en el área de Transdanubia (territorio de Hungría al oeste del Danubio) y todo el territorio del condado de Pest durante 72 horas. Después de eso, solo se permitirá el transporte directo para sacrificio hasta el 17 de marzo.
Este episodio sucede menos de dos meses después de que se detectara en un búfalo de agua en Alemania. Este a su vez fue el primer caso de aftosa en Europa en muchísimos años.
Aunque Hungría no es una fuente importante de exportaciones de carnes como Alemania, es probable que los países europeos impongan restricciones al comercio.