El hecho de que la política cambiaria instrumentada por el gobierno de Javier Milei es insostenible lo demuestran los propios hechos, ya que el paquete de ayuda extraordinario aportado este año por el Fondo Monetario Internacional (FMI) se agotó en pocos meses y eso derivó en la medida desesperada de la suspensión temporaria de derechos de exportación y en un nuevo pedido de auxilio a EE.UU.
“Estamos sosteniendo un tipo de cambio que exige tener un riesgo país (riesgo soberano) bajo para que puedan ingresar capitales del exterior”, apuntó el economista Santiago Bulat, director de la consultora Invecq Consulting, durante una charla ofrecida en un evento realizado en la Sociedad Rural de Navarro por la región CREA Este.
Si eso no se logra, sostuvo Bulat, la alternativa es implementar controles cambiarios crecientes, como el instrumentado a fines de septiembre pasado con la Comunicación “A” 8336 del Banco Central (BCRA), que extendió a las personas una restricción aplicada anteriormente a las instituciones financieras. Se dispuso que quienes compren divisas en el Mercado Libre y Único de Cambios (MULC) no pueden operar con divisas en el mercado bursátil tanto interno como externo (MEP y CCL) y viceversa.
Otro camino es buscar asistencia externa para recomponer reservas internacionales del BCRA, ya sea solicitando el adelantamiento de agrodivisas a través del régimen de suspensión temporaria de derechos de exportación (ya concretado por un volumen de 7000 millones de dólares) o bien pidiendo la asistencia del Tesoro de EE.UU. (en proceso de negociación).
“¿Se puede sostener un dólar del orden 1400 pesos? Con un riesgo país elevado no existen chances. Vamos a tener que ir a un tipo de cambio más alto; la cuestión es si eso se hace de manera ordenada o desordenada”, comentó Bulat en un artículo publicado hoy por Contenidos CREA.
El economista señaló que el valor negociado de los títulos públicos contienen la expectativa de un tipo de cambio del orden de 1600 $/u$s para luego de las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre.
La buena noticia –expresó– es que gracias al proceso de ordenamiento de precios relativos de la economía instrumentado en la actual gestión económica, junto con una política orientada a lograr superávits fiscales, es poco factible que un ajuste del tipo de cambio derive en una aceleración inflacionaria.
“No me parece mal que haya un ajuste del tipo de cambio si eso promueve una baja de las tasas de interés, que están muy elevadas y frenan la actividad económica”, señaló.
El enfriamiento de la actividad económica es factible advertirlo en el índice de confianza elaborado por la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, que se encuentra en los niveles más bajos desde que Javier Milei asumió la presidencia en diciembre de 2023.
El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG-UTDT) registró en septiembre pasado un valor de 1,94 puntos, lo que representa una caída del 8,2% respecto al mes anterior y una disminución interanual del 10%
En cualquier caso, más allá de cual sea el desenlace posterior a las elecciones legislativas, Bulat señaló que en el actual contexto las empresas deben seguir focalizándose en la gestión de costos para poder lograr márgenes sostenibles.