La ciudad de Buenos Aires, respectando los límites estrictos de la capital federal, ocupa una superficie de 20.300 hectáreas.
La superficie que los productores argentinos sembrarían con maíz en los próximos meses podría llegar a 285 ciudades del tamaño de Buenos Aires. Es decir, a 5,8 millones de hectáreas.
Según el informe preliminar de la campaña 2018/19 presentado este miércoles por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, esas 5,8 millones de hectáreas implicarán un nuevo crecimiento del cultivo, en un escenario que en los últimos años se caracteriza por la ausencia de retenciones o permisos de exportación. El salto en la siembra sería de 7,4% respecto del ciclo agrícola anterior. Se crecería en unas 400.000 hectáreas. O el equivalente a casi 20 ciudades como Buenos Aires.
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Este es el primer relevamiento de la Bolsa porteña sobre las intenciones de siembra de los productores, siempre hablando del grano con destino comercial (no del que se produce para consumir intra-chacra).
Según la Bolsa, “este aumento se encuentra vinculado a factores tanto económicos como climáticos y técnicos. Dentro de estos últimos, podemos mencionar a la necesidad de manejar malezas tolerantes a herbicidas y la mejora en la relación cereales/oleaginosas para dar sustentabilidad a los sistemas de producción”.
Bienvenido entonces una mayor siembra de maíz. Aunque hay que decir que la superficie sembrada con soja todavía es mucho mayor, de unas 18 o 19 millones de hectáreas. Esto es casi 1.000 ciudades como Buenos Aires.
A no desesperar, pues el crecimiento paulatino del maíz en la ecuación agrícola local ha sido constante en los últimos años. Tanto que si se concreta esta estimación de 5,8 millones de hectáreas sembradas, el área total habrá crecido 33% respecto del promedio de las últimas cinco campañas agrícolas. Ese promedio se ubica en 4,36 millones de hectáreas.
Habrá que cruzar los dedos para que las condiciones económicas y climáticas sigan acompañando, y permitan concretar este nuevo salto, que por ahora es solo intención. La ventana de siembra del cereal se extiende desde principios de agosto hasta finales de febrero.