Los importadores chinos están haciendo grandes esfuerzos por retrasar compras de poroto de soja ante los elevados precios internacionales que está registrando la oleaginosa con el propósito de concentrar compras en el segundo semestre del año.
Existen más de 50 u$s/tonelada de diferencia entre los valores actuales de soja en EE.UU. respecto de los embarques correspondientes a la nueva cosecha norteamericana, que se realizarán a partir del mes de septiembre de 2022.
No se trata de una tarea fácil, porque en el medio de esa estrategia existen más de cuatro extensos meses y la situación social en muchas regiones chinas no es la mejor, con buena parte de la población de la megaciudad de Shanghai padeciendo hambre en el marco de un encerramiento generalizado instrumentado, según el gobierno central, para contener un nuevo brote de Covid-19.
Residents in #Shanghai screaming from high rise apartments after 7 straight days of the city lockdown. The narrator worries that there will be major problems. (in Shanghainese dialect—he predicts people can’t hold out much longer—he implies tragedy).pic.twitter.com/jsQt6IdQNh
— Eric Feigl-Ding (@DrEricDing) April 10, 2022
Esa situación, de acuerdo con datos recolectados por el USDA, hizo que los compromisos comerciales de soja de la nueva campaña 2022/23 registren a la fecha un récord histórico, la mayor parte de los cuales, claro, se explican por embarques destinados a China.
La contrapartida de esa estrategia es una reducción del procesamiento interno de soja en China, que entre octubre de 2021 y marzo de 2022 fue de 40,5 millones de toneladas versus 44,7 millones en el mismo período del ciclo anterior.
Se trata de un nivel de procesamiento similar al registrado en las campañas agrícolas 2018/19 y 2019/20, cuando la diseminación de la fiebre porcina africana provocó la liquidación de buena parte del stock de cerdos presente en la nación asiática.
Por supuesta, la “jugada” china está sustentada en la hipótesis de una abundante cosecha estadounidense de soja, algo que, por el momento, es imposible de proyectar.
En otro orden, India se consolida como un gran importador de aceite de soja, lo que representa un factor estructural alcista para el complejo sojero global.
La cuestión es que el crecimiento de la demanda india en lo que va del ciclo comercial 2021/22 fue muy bien aprovechado por Brasil, nación que está haciendo esfuerzos por posicionarse como un gran jugador en el comercio mundial de harina y aceite de soja, al tiempo que las colocaciones realizadas por la Argentina disminuyeron.