La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) realiza una serie de relevamientos e informa sobre el impacto tributario en las diversas producciones del campo que llegan a la mesa de los argentinos. En La Rural de Palermo, el economista David Miazzo brindó algunos números alarmantes sobre la cadena de la carne.
“Teniendo en cuenta un precio promedio de 148 pesos el kilo de carne, según el relevamiento del mes de junio del IPCVA (Instituto de Promoción de Carne Argentina), y con la cadena totalmente blanqueda, un 24,5% de ese precio lo componen impuestos”, señaló Miazzo. Esto equivale a más de 36 pesos por kilo de carne adquirida por el consumidor.
Desde hace muchisimo tiempo, el IVA en carne es de solo 10,5%, y representa cerca del 9,5% del precio final de ese producto. Miazzo detalló a Bichos de Campo la composición del total de impuestos: “De ese cuarto de impuestos, el 39% lo ocupa el IVA y un 25% el impuesto a las Ganancias. Están ademas el impuesto a los créditos y débitos (o impuesto al cheque), el Inmobiliario Rural que afecta sobre todo a las primeras etapas de la cadena (cría y engorde), la tasa vial y el impuesto o tasa de comercio e industria, que difiere en su nombre según el lugar y afecta a los frigoríficos y carnicerías”, explicó el economista de FADA.
Aquí la entrevista completa con David Miazzo:
“Las primeras etapas son las que tienden a blanquearse más fácil, ya que es difícil no declarar lo que estás vendiendo, registrado por Senasa. Ya en la faena era distinto pero se controló con las cajas negras. Y queda la etapa del minorista, el carnicero. Es difícil y costoso llegar para la Afip”, resumió Miazzo.
El economista no dice tener la solución mágica a esta situación. Pero recordó a Bichos de Campo el círculo vicioso de la economía informal: “Como le puedo cobrar a pocos, tengo que cobrar mucho para cubrir los gastos, y como cobro mucho genero incentivo a que la gente se mantenga en negro”, resumió.
Para el economista, una solución pasa por un compromiso por parte de la cadena para ir bajando paulatinamente las alícuotas, en la medida que más operadores se vayan formalizando. “El Estado termina recaudando más y facilita el ingreso de los que no pagaban”, explicó.