Más y más ataques a los silobolsas. Por todos lados. Resulta muy fácil tajear esos enormes chorizos blancos; alcanza con una llave puntiaguda o un alambre o un simple tramontina para destripar el trabajo de un montón de gente que muy lejos está de formar parte de una oligarquía que solo existe en el imaginario de cierta militancia trasnochada.
Nada que ver: la verdadera oligarquía vive cómoda en las ciudades y no se ensucia las manos ni vive respirando el polvillo de la cosecha y del embolsado de los granos. No pierde horas bajo el sol esperando los camiones que no llegan debido a que el intendente cerró todo por temor a la pandemia y a su propio futuro electoral. La oligarquía, que rara vez se dedicaría a producir, no guarda su único ingreso en estas bolsas porque está calzada en Lebac, Lepuc y la mar en coche. Tiene refugios mucho más sofisticados.
Más ataques a silobolsas, se renuevan. Convocan lo peor de los argentinos, los recelos más ingratos de nuestra historia. Aquí un chorizo roto. Allá otros cinco. Más allá tajearon seis. Ayuda la época porque estamos terminando la cosecha. Pero ayuda sobre todo que desde ciertos sectores políticos este tipo de hechos se celebran con perverso regocijo. Los que siembran odio no tienen donde guardarlo y por eso lo malgastan de estos modos.
Ver No jodan: Los productores ya vendieron casi 40% de su soja, más que en 2019
Más y más ataques a silobolsas. Suelen ser las víctimas los productores más pequeños, que son los que están más cerca de los lugares poblados y no tienen demasiada chance de confeccionar el silo más lejos de la ruta o del camino, simplemente porque su alambrado llega hasta ahí nomás, hasta antes de la lomada.
Los ataques a silobolsa se repiten por estos días y no tienen mayor sentido que el hacer daño, porque en la inmensa mayoría de los casos ni siquiera se produce el robo de la mercadería. Es joder nomás, lastimar a quien nos han dicho es nuestro enemigo, porque llevamos años y años de cantinela sobre un agro que especula con la soja aunque en realidad la guarde como quien tiene un ingreso mensual y lo estira para llegar a fin de mes. Como un canuto.
CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), emitió un comunicado sobre el asunto y definió a los responsables de este nuevo desatino histórico, que resulta ofensivo para la inteligencia de los argentinos. Responsabilizó a quienes se solazan con esos ataques como “los repartidores de sudor ajeno”. Serían quienes “hablan de la cosecha como si fuera de todos y dejan al productor que soporte la inversión y el riesgo”.
El riesgo agropecuario ya era climático y de precios, que dependen de los humores de Trump y de un chino. También eran de retenciones y de crisis cambiarias. Ahora resulta que al riesgo se le sumó la posibilidad de que algún pelotudo con tramontina se las crea el justiciero.
Más y más ataques, se multiplican. Según el comunicado de la entidad rural, esta oleada “parece estar estrechamente vinculado a un odio ideológico hacia el campo que encuentra su canalización en romper silobolsas para expresar su locura y violencia”.
Luis Basterra es peronista y parte de este gobierno como ministro de Agricultura. Cuando anunció los reintegros a los pequeños y medianos productores de soja que el Gobierno prometió como un acto de justicia, él mismo dijo que el 74% de los productores de ese grano, unos 42 mil en total, había cosechado menos de 1.000 toneladas. Pero más de la mitad de ellos, unos 21 mil, está en el segmento de hasta 200 toneladas. Esa es la cantidad de soja que entre en un bolsón. Hay más de 20 mil productores que no tienen más que eso.
Mirá si serán hijos de puta estos supuestos héroes anónimos que van y en la oscuridad tajéan ese plástico donde ese tipo de productor guarda su soja para venderla en el momento más oportuno, o cuando deba pagar los insumos que utilizó para la siembra que pasó, o los insumos que necesitará para volver a sembrar, porque el campo es una rueda.
Los argentinos guardan todo lo valioso en bolsas plásticas, incluida la mitad de su cosecha
Más y más ataques a silobolsas. Se multiplican sobre todo porque la policía casi no investiga esos hechos y la justicia se entromete mucho menos. Total al campo le sobra lo que a todos les falta, suponen.
Lo dice también el comunicado de CRA: “De los cientos de casos ocurridos en estos años no conocemos un solo hecho esclarecido, identificados sus responsables y condenados por la justicia. Este punto resulta central, muestra una justicia paralizada, incapaz de proporcionar mínimamente una respuesta ante fenómenos que se acrecientan y lo seguirán haciendo en la medida que no reciban su castigo”.
A mi juicio estos hechos, que por cierto no dejan de ser delictivos por más pátina ideológica que uno pueda ponerles encima, crecen especialmente porque nadie desde al arco político se ha detenido un momento a advertir sobre ellos y condenarlos a viva voz. La comunidad agropecuaria, es verdad, ya no espera ese gesto de algunos políticos. Pero sí de los que tienen responsabilidad institucional.
Más y más ataques a silobolsas. A esta altura parece necesario que Alberto Fernández, que ha estado muy absorbido por la crisis sanitaria por el coronavirus, asome su mirada por un momento de entre tantas filminas para dirigirla campo adentro. Si silencio vale doble, porque muchos productores presienten que gran parte de estos ataques parten de las filas de militantes de su propio movimiento. Y que se basan en medidas adoptadas por su propio gobierno, como la restricción de créditos desde el Banco Central o la sorpresiva decisión de la AFIP de pedir ahora datos que obligatoriamente se le tienen que enviar en octubre.
“En épocas de pandemia, con rutas fuertemente custodiadas para los ciudadanos honestos, cuesta entender que puedan circular delincuentes a romper silos y que jamás se los pueda identificar. Un Gobierno que dice ser para todos, debiera tener una respuesta contundente para evitar tanto vandalismo artero”, bramaron los dirigentes de CRA.
Más y más ataques a silobolsa. Un tajo en el plástico puede resultar divertido para ciertos justicieros del tramontina, revolucionarios de cabaret. Pero no es divertido para un país en crisis como el que tenemos ahora, y que deberá extremar sus esfuerzos y solidaridades para salir adelante.
Ese tajo es una herida abierta en el orgullo de la gente que trabaja. Solo por eso debería ser deplorado.
Sigo sin entender cuando dicen oligarcas , si tener 20 vacas y sembrar 50 has es ser oligarcas
Para estos sinvergüenzas, todo el que trabaja y le va bien es oligarca. Pero esto es muy claro, quieren fundir a todos para comprarles por dos pesos los campos, las empresas, y apropiarse de todo, como prometieron. Por eso no aunque denuncian no hay respuesta.
Insisto, hay que esperarlos en las sombras. Y bajarlos. Aunque no lo creas sirven de abono.
Hasta que un productor enganche a un corta bolsa dentro del campo y lo disfrace de colador de fideos. Ahi todos van a estar del lado del delincuente y diciendo que el productor no tenia derecho.
Y si tiene derecho. La legitima defensa.
Si se sabe con claridad que son está lakra cámpora llena de odio cómo la mparida y no van a parar esto termina con plomo
En un momento que paro la delincuencia y el tráfico de falopa a media máquina, aparecen estos delicuentes sociales para atentar contra el producto del esfuerzo de los productores.
No puedo creer que alguien haga esto en nombre del peronismo y se considere patriota.
De dónde se van a obtener las divisas para comprar los insumos?
Bien hecho . Para que aprendan a sembrar verdaderos alimentos, y no ésa porquería para los cerdos chinos. Metanse su glifosato y a Monsanto en el trasero, vergüenza de los verdaderos italianos!!
La vergüenza es tanta desinformación.
Si comiste algún asado alguna vez también está engordando con maíz producido en estos campos, ( salvó que seas vegano, que afirman que el toro viola a la vaca) .
También te informo que el sector es de los pocos que aporta un ingreso genuino de dólares para el país, mientras que al productor le pagan en $ y descuentan retenciones. Y si obtiene ganancia tiene que pagar 35% más al estado, si te enojas por el glifosato ,ponete a leer el marbete del repelente para mosquitos, o mata piojos que va a la cabeza de los chicos , o lo que se le pone a los perros para pulgas y luego los niños abrazados a los perros, o los productos que se usan en fumigaciones urbanas o de jardines, pero lo que enferma es el glifosato que se aplica lejos y con muchos más controles que todos estos productos.
Soy cuarta generación , descendiente de italianos produciendo alimentos, y de seguro que estarían orgullosos .
Lamentablemente en este país parece ser un error querer trabajar, producir,
Bien dicho German. Lo que ignoran los delincuentes Kaka es que esta en el campo Argentino la riqueza de la patria. Nunca lo van a entender porque de patriotas no tienen ni una gota de sangre. Son los buitres que tenemos en el país.
Esta cuestion del tajo en los silobolsas no hace falta canalizar nada , simplemente deberia ser un delito en propiedad privada. Este pais es sencillo de ponerlo en vereda para que camine solo, simplemente el estado tiene que NO permitir que la produccion de productos para alimentacion como los cereales y oleaginosas sean MANIPULADOS por exportadores que concentran en unos pocos amplias ganancias miebtras que el pobre productor LA VE PASAR ademas de trabajar.Señores cuando el productor de cualquier nivel deposite su produccion para el estado sea el exportador de todos los profucores, seguramente el precio internacional sera para el alcance de todo el campo junto con el edtado. Solo el producotor pasaria a cobrar por el glorioso banco de la nacion argentina por la cantidad de productos entregados. Y me animo a de cir que si el estado invierte para sembrar la argentina se levanta en un año y se acabo el hambre, hay muchad tierra eb la que todos los neceditados sin recursos pueden trabajarlos y sentirse espirutuakmente equililrados por formar parte del trabajo de la tierra que tiene la patria. Es cuestion de razonar para asi abordar sobre el tajo. Hay lugar para todo el pais en el campo. La cosa temñndria que ser desde el priductor directo al mercado. El tajo que quede pata el intermediario en yodos lis niveles.
Es propicia la oportunidad para desestabilizar,los primeros silos están rotos y comidos por hacienda,mal parido el que saca la foto para enviarla al medio, hay otras de una planta de acopio. Quiero decir que si CRA se molesta investigue quienes fueron, no es tan difícil, el de la planta de acopio en el Pueblo Masón de Santa Fé es muy fácil encontrar quien lo hizo son muy pocos habitantes, no hay transito en las rutas sin control de autoridades locales. Es más fácil echarle la culpa al Gobierno, más cuando se lo quiere voltear porque le cagó el negocio de las devaluaciones a las Exportadoras. Es muy triste esta lucha del poder económico contra un poder Político que trata de evitar que el 90 % de la población sufra las consecuencias de las devaluaciones, los que hacen esto pueden ser de cualquier origen. Este Gobierno rompió con el negocio de los aumentos… Devaluación y aumentos un juego que nos uso de banca a los consumidores. Los combustibles, los alimentos, las tarifas de servicios, la inflación del 50 % que pagábamos los que no tenemos poder más que el voto.
Aver ,no hacen esto x que tienen hambre si seguro ellos no consumen granos , solo choriplanes…
No tengo campo, pero si lo tuviera, pondría un boyero en las bolsas, directo a 220.
Muy bien Julio Jaure
Muy bien Julio Haure
Dejen de producir veneno disfrazado de alimento. La producción tal vez sea de ustedes, pero la tierra es nuestra, de todos. Todos ustedes, a excepción de sus abuelos, se han dedicado a desnutrir y envenenar la tierra, hasta la lluvia tiene agrotóxicos, nos envenenan a todos pero lo más despreciable es que se lo hacen a ustedes y a sus seres queridos. Vivo en el campo desde toda la vida como mis padres y abuelos, por eso conozco la “forma” en que los grandes terratenientes expropiaron nuestro suelo, salían a cabalgar poniendo postas simplemente clamando que la figura que trazaban en el suelo con estas, esa era la tierra que les pertenecía. Ustedes quieran o no son cómplices de este fraude. Sin rodeos, robaron la tierra y la envenenaron. Luego leo este artículo abultado de conceptos y comentarios referidos a la moralidad y a las buenas costumbres, criticando un accionar teóricamente delincuente. Si esos silos estuvieran llenos de alimento, esta acción por parte de desconocidos me parecería un intento de asesinato, pero como lo único que contienen es veneno, esto es un acto heróico y tienen que estar agradecidos que esta gente todavía no se lo tome personal. Tengo amigos fallecidos por los agrotóxicos, a ustedes no les importa la salud de la gente que trabaja para ustedes. Entonces quienes son los que debieran pasar por el sedazo de la ética y la moral. La viga que tienen en el ojo es tan grande que no sé cómo hacen para ver la paja en el ajeno. Algo me deja tranquilo, es probable que ustedes no hagan nada al respecto, cómo siempre, pero sus hijos se van a dar cuenta del error que cometieron sus padres y abuelos, seguro que se van a enojar y esto va a hacer que todo cambie. Ustedes tampoco se hagan problema, sus hijos los van a perdonar.
Hay que esperarlos, y bajarlos. Sin asco.
Buenas tardes, y feliz A-SOPRE para todos. Rumbo al día 80. Y 90. Y…
Si, como dicen algunos desinformados, “la tierra es de todos”, pienso que los sueldazos de los integrantes de la “casta politiquera”, entonces, también, ¿por qué no? Ya que quieren que “todo sea de todos” (O “nada de nadie”, ojo…), vayamos por los emolumentos del Capitán Beto, Cristina, Marquitos y el Mauri en su momento, Pichotto, el Kichi, la tía Alicia, Gildo. Massita y los demás a los que se les ocurra incluir en esta incompleta nómina.
Entiendo que el productor maneja su negocio como el ferretero de acá, el de la esquina. Organiza más o menos un plan financiero, de compras, pagos, reservas… más uno técnico: rotaciones, variedades, dosis de agroquímicos, et .
Aunque, claro, plantas y animales son seres vivos, que respiran, crecen y se desarrollan, se nutren se reproducen y dan fruto, y mueren, y los tornillos y las tenazas no. Una ferretería se puede cerrar por vacaciones o por cuarentena 15-20 días, y no pasa casi nada hasta que reabre. Un campo… mmm… lo veo medio difícil.
¿A alguno se le ocurriría ir a quitarle al ferretero lo que recauda vendiéndonos clavos, grampas, sellador neutro, alambre o pegamento multiuso, con la excusa que lo suyo es “de todos”? ¡Vamos, che, no jodamos!