Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) informaron que han encontrado variaciones genéticas relacionadas con la resistencia a la verticilosis en distintas variedades de olivo.
Esta enfermedad, también conocida como “la Seca” en España, está causada por el hongo de suelo Verticillium dahliae, que penetra en la planta a través de las raíces y tapona su sistema vascular marchitándolo.
La noticia es importante para el sector olivícola en la Argentina, en especial en La Rioja, principal provincia productora con su variedad Arauco. Es que allí la enfermedad de “la rama seca” es un dolor de cabeza para los productores y por ahora no tiene remedio. Muchos árboles se están marchitando en esa provincia lentamente debido a esa enfermedad, a la que se ha sumado últimamente el ataque de una bacteria igualmente peligrosa para los olivos, la Xylella Fastidiosa.
Un informe del INTA describe el Verticillium dahliae como un hongo polífago, que habita en el suelo, responsable de marchitamientos y declinamientos en numerosas especies. Es el causal de la “verticilosis”, del olivo, llamada comúnmente por los productores “parálisis parcial” o de “pardeo del olivo”. Y es que ese patógeno induce marchites súbita de una o varias ramas durante el verano, cuyas hojas se mantienen adheridas. La marchites se extiende sucesivamente a otras ramas, hasta producir la decrepitud del árbol.
Cuenta un informe de Olimerca, que hasta el momento no se han encontrado tratamientos eficaces y rápidos para combatir esa infección, por lo que identificar los genes que están implicados en la resistencia a la verticilosis ayuda en la creación de marcadores que faciliten el proceso de selección e identificación de nuevas variedades.
En esta experiencia realizada en España, el principal productor mundial de olivos, los investigadores observaron que hay múltiples genes implicados en la respuesta a la infección por V. dahliae e incluso diferentes mecanismos de respuesta. De esta forma, no se puede hablar solo de un gen que se encuentre en el olivo, sino de todo un conjunto de genes que se encargan de construir distintas barreras protectoras y que puede variar entre los distintos genotipos.
Magdalena Brizuela es “la enfermera de la Arauco”, la única variedad argentina de olivo
En el trabajo, titulado ‘Nucleotide diversity analysis of candidate genes for Verticillium wilt resistance on olive’ y publicado en la revista Scientia Horticulturae, los expertos compararon 77 genotipos (conjunto de genes de un individuo) procedentes del Banco de Germoplasma Mundial de Olivo, localizado en el Centro Ifapa de Alameda del Obispo.
La mayoría de estos genotipos ya habían sido previamente evaluados para su respuesta a la verticilosis mediante inoculaciones artificiales en condiciones controladas y clasificados en función de su resistencia al hongo en diferentes categorías (extremadamente susceptible, susceptible, moderadamente susceptible, resistente y altamente resistente).
De esta manera, los investigadores han conseguido tener una variedad representativa de la especie O. europea. Así, han estudiado los genes de subespecies guanchica (típicos de las Islas Canarias), y cerasiformis (procedentes de la Isla de Madeira). Hbaría que hacer lo propio a futuro con las variedades cultivadas en la Argentina, en especial con la Arauco.