El deterioro de los cultivos de maíz y soja en la principal región agrícola estadounidense sigue avanzando, aunque tal fenómeno dramático no se refleja completamente en los precios de ambos granos por factores ajenos al ámbito intrínseco del negocio.
Este martes el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) informó que el 55% del área de maíz en ese país se encuentra en estado bueno a excelente versus un 61% una semana atrás.
En lo que respecta a la soja, el USDA indicó que el 54% del área en EE.UU. se encuentra en estado bueno a excelente versus un 59% una semana atrás.
Se trata de un nivel más bajo que el presente para la misma fecha de 2012, año en el cual una sequía devastó a la mayor parte de la producción esperada de maíz y soja en EE.UU.
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La agencia meteorológica de EE.UU. (NOAA) no prevé precipitaciones significativas hasta el próximo 28 de junio en sectores clave de la región agrícola del Medio Oeste que están atravesando un déficit hídrico.
Los estados de Iowa, Illinois, Missouri y Wisconsin seguirán en la próxima semana sin recibir precipitaciones que puedan revertir la sequía que, con niveles moderados a severos, se extiende sobre buena parte del oeste de la principal región productora de maíz y soja de EE.UU.
Illinois e Iowa son dos estados clave en la producción de maíz y soja en EE.UU., con lo cual, si la situación de humedad sigue sin recomponerse, las proyecciones de productividad oficiales (USDA) de ambos cultivos tendrán que ser corregidas a la baja.
A pesar de tal factor alcista, los precios de los futuros de maíz y soja en el mercado estadounidense CME Group (“Chicago”) correspondientes a septiembre de 2023 (primera posición de la campaña comercial 2023/24) terminaron con bajas a causa de ventas impulsadas por fondos corporativos que liquidaron de manera generalizada posiciones en carteras de commodities.
Las dudas presentes sobre la economía china, que no termina de recomponerse de los problemas generados por la pandemia de Covid-19, junto con una situación compleja en Europa y EE.UU., hacen temer la ocurrencia de una desaceleración económica global a algunos inversores que gestionan grandes fondos corporativos.
El pesimismo sobre la economía china sigue operando en contra de los valores de los commodities