El último informe de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) para la zona núcleo dejó a más de un productor preocupado y también deberían comenzar a preocuparse los políticos y economistas. “Sin lluvias a la vista, será una de las peores campañas de los últimos años”, vaticinaron agrónomos de Marcos Juárez, localidad donde el trigo suele producir 40 quintales por hectárea en promedio y, a causa de la sequía y las heladas, ya se estima que bajará a 15 o 20 quintales.
Tras una nueva semana en la que no se registraron lluvias y por el contrario sí varias heladas, expertos señalaron que la condición del trigo pasó de regular a mala en el 70% de la región núcleo, que comprende una superficie de 900.000 hectáreas. Los primeros rindes estimados rondan el 50% de lo esperado en trigo.
“Por el momento, no hay cambios en la actividad atmosférica que permitan prever una salida favorable”, indicó José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas que asesora a la bolsa rosarina, empeorando el panorama.
Desde la BCR advirtieron que el trigo sembrado este invierno ya ha encañado en varias localidades y que la más afectadas son las variedades sensibles. En Marcos Juárez, Cañada de Gómez, Bigand y Corral de Bustos ya dan por perdidos numerosos lotes afectados.
Y para sumar al panorama, a comienzos de la semana, varios ingenieros agrónomos de los alrededores de Rosario alertaban del impacto: “Revisando con lupa se ven tallos que pasaron de verdes a una coloración té con leche. Calculamos un 30% menos de espigas, daños que sin lluvias no se va a poder compensar y que pasará a los rindes”.
El informe indicó que el próximo domingo será la jornada clave ya que se podrían presentar algunas lluvias y tormentas. Pero sería la última carta a jugar para salvar lo que queda de la cosecha.