En los primeros cinco meses del presente año las importaciones argentinas de fertilizantes fosfatados acumulan apenas poco más de 200.000 toneladas, una cifra 46% menor que la registrada en el mismo período de 2022 (que había sido ya de por sí un año flojo)
“Continúa la sequía de negocios de importación, que ya se viene reflejando en la oferta de productos fosfatados en el mercado interno”, indica el último informe semanal de la consultora IF Ingeniería en Fertilizantes.
“La oferta de fertilizantes fosfatados con entrega junio/julio es casi nula y lo poco que se puede llegar a encontrar se vende a valores de 885 a 900 u$s/tonelada, cifras muy lejanas de los precios de reposición de importación.
Los precios de referencia de importación de MAP y DAP fueron estimados por IF Ingeniería en Fertilizantes en un rango de 480 a 500 u$s/tonelada.
Las causas del derrumbe de los ingresos obedece a dos factores principalmente. El primero, que afecta a casi todos los rubros de la economía argentina, son las crecientes dificultades para que funcionarios del gobierno nacional habiliten el acceso a divisas para poder gestionar importaciones.
El segundo es que, con un panorama interno tan complejo y un mercado bajista a nivel internacionales, los importadores de fertilizantes no tiene ningún apuro por originar mercadería.
Los precios del MAP y DAP vienen cayendo semanas tras semanas con una abundante oferta en las principales naciones productoras, como China, Marruecos, Rusia y EE.UU., al tiempo que la demanda permanece sin mayores urgencias por cerrar operaciones de compra.