Dos empresas –Surcos y Agrofina– ingresaron en cesación de pagos y en el sector agroindustrial y financiero aparece una pregunta recurrente. ¿Se trata de dos casos aislados, producto de gestiones poco profesionales, o de un fenómeno sistémico que, como tal, seguirá expandiéndose en los próximos meses?
La pregunta está lejos de tratarse de una curiosidad intelectual porque estamos hablando de un sector proveedor de la principal “máquina” generadora de divisas de la economía argentina, que es la producción agrícola.
Para el consultor económico y financiero Salvador Di Stefano la explicación de los dos defaults es necesario buscarla en la propia gestión de las empresas comandadas por las familias Calvo y Grobocopatel.
“El gobierno tiene que bajar retenciones, pero las empresas en problemas se fundaron en planes de negocios equivocados, pésimos supuestos macroeconómicos y pésima gestión. Cuidado: no confundir culpables”, afirmó.
Gonzalo Herrán, empresario agropecuario experto en finanzas, cree que los casos son un reflejo de un cambio estructural en el mercado de fitosanitarios. “Llegó el momento de la reconversión para comercio de insumos agro. Sobrevivirán sólo los más grandes y eficientes, que den servicio al productor y estén integrados con otros negocios de acopio, corretaje, logística, etcétera. El resto irá a plataformas de comercio electrónico y no quedará venta de insumos chica/local”, aseguró.
En ese sentido, el último balance trimestral presentado por Agrofina ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) muestra que la empresa estaba con un stock considerable de mercadería e insumos con respecto a la situación vigente un año atrás.
Antonio Aracre, ex presidente de la filial argentina de Syngenta, cree que el problema reside en la falta de competitividad del sector agrícola que repercute en el resto de los eslabones sectoriales. “Es un mercado complejo, estacional con mucho riesgo y en algunos casos con management algo improvisado. Con este precio de la soja y el actual nivel de retenciones, (el negocio) no tiene futuro”, afirmó.
En la misma línea opinó el economista Gabriel Caamaño, quien manifestó que los productores “pueden ser menos sofisticados financieramente de los que muchos quieren, pero de su negocio saben; si el margen no les da, van a optimizar el gasto en insumos y los planteos durante la campaña, buscando minimizar el quebranto. No va a esperar a fundirse y después ver”.
Este año, debido a factores cambiaros, financieros, climáticos y agronómicos, la venta de agroinsumos se retrasó de manera significativa, lo que comprometió el flujo de fondos tanto de fabricantes como de distribuidores.
Los empresarios agropecuarios, que el año pasado acopiaban de manera temprana fitosanitarios y fertilizantes para aprovechar los beneficios de los créditos con tasas de interés reales negativas y cubrirse de una devaluación, este año operaron de manera inversa.
Ese fenómeno perjudicial para el sector nacional de fitosanitarios se potenció con la apreciación cambiaria, la cual, combinada con una regularización del comercio exterior argentino, representa una amenaza para las empresas que formulan productos en el país, ya que, en muchos casos, no pueden competir con los agroquímicos y principios activos provenientes de China.
“Muchas empresas formulan localmente herbicidas (importan el principio activo). El negocio era contar con una protección del 35% para importar fitosanitarios formulados. (El ministro de Economía Luis) Caputo bajó esos aranceles (aunque siguen altos). Durante el gobierno de Mauricio Macri no pudimos bajarlos por la presión de los ‘formuladores’. Hoy explica esto parte de lo que pasa en el sector”, remarcó Santiago del Solar, empresario agropecuario y ex jefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Para el analista financiero Claudio Andrés Spinelli la razón de las cesaciones de pago –que también se presentaron en el sector petrolero– reside en una política económica orientada a normalizar la macroeconomía, pero sin advertir las consecuencias microeconómicas que tales acciones, combinadas con una excesiva presión tributaria, tienen en las empresas.
“Las causas son varias, hoy la realidad es que sí tenemos problemas para cobrar en parte de la cadena productiva agraria y en un sector de servicios petroleros. Una parte de la cadena comercial mayorista de mercancías e insumos también”, comentó.
Spinelli cree que no se trata de casos aislados porque son muchas las compañías en problemas por los altos impuestos y la extinción de créditos a tasas de interés accesibles. “Desapareció el crédito barato como los de estímulo a inversiones productivas; encima, con un dólar ‘rifado’ para beneficiar al capital externo especulativo e importadores. Levanten retenciones o liberen el tipo de cambio porque esta todo dado para que un evento externo lo obligue al gobierno hacerlo”, expresó.
El agro no es el único sector que muestra casos de compañías en problemas. Recientemente se declaró en cesación de pagos e ingresó a un proceso de concurso preventivo la empresa hidrocarburífera President Petroleum S.A., concesionaria de las áreas de explotación “Puesto Flores-Estancia Vieja” y “Las Bases-Puesto Prado”.
…no tienen la más pálida idea de q pasó y pasa con estás empresas, q es una mala gestión seguro, q las empresas tienen ciclos también y si no la ves cerras.
Ahora no pueden hacerse cargo de la deuda que tienen.
Quiere decir que viven como reyes pero con plata ajena.
¿ Esperarán una vez más a que le estaticen la deuda?.
Viva milei
Dediquense a la timba financiera
Saquen retenciones y liberen el cepo y la tablita