Tres colosos del negocio agrícola, la etanolera Promaíz, la aceitera AGD y la manisera Golden Peanut, confirmaron que invertirán 110 millones de dólares hasta 2027 en la localidad cordobesa de Alejandro Roca, del departamento Juárez Celman, para la construcción de una nueva destilería y secadora que generará 75 nuevos puestos de trabajo.
Promaíz produce bioetanol para el corte de las naftas, así como productos de nutrición animal derivados de ese proceso; mientras que AGD y Golden Peanut elaboran maní para exportación, y a su vez con la cáscara que se descarta de ese proceso logran generar energía eléctrica.
Juan Cano, gerente general de ProMaíz, enumeró que entre las tres empresas que realizan esta nueva inversión emplean actualmente a más de 600 personas, utilizan más de 30 mil camiones por año en concepto de fletes y movilizan en Alejandro Roca y la región más de 44,5 millones de dólares anuales.
Promaíz fue fundada en 2012, sobre un predio de 86 hectáreas, a través de un joint venture entre AGD (Aceitera General Deheza) y la cerealera Bunge. Se trata de una planta de molienda seca de maíz, destinada a la fabricación de etanol y subproductos derivados como la burlanda. Con esta inversión ampliará su capacidad de procesamiento.
Debido a la envergadura de la inversión anunciada, el gobernador Martín Llaryora se traslado hasta Alejandor Roca y participó del acto. “Alejandro Roca es un modelo de lo que la Argentina puede, debe y tiene que ser con respecto a la segunda revolución del campo. Entre empresarios, trabajadores, sector público y privado, generaron este ecosistema de producción de trabajo, de visión de futuro. Acá se invierte sabiendo la potencialidad de Argentina”, sostuvo el político.
El mandatario cordobés aprovechó para reclamar al Congreso la sanción de una nueva Ley de Biocombustibles que reemplace la de 2021, y eleve el corte de la nafta con bioetanol al 25%, como mínimo, como tiene Paraguay. También puso como ejemplo a Brasil, que lo llevará al 30%. En el caso de la Argentina, el corte obligatorio es de 12% y solo la mitad proviene del destilado del maíz pues la otra mitad corresponde a los ingenios azucareros.
“Tenemos que tomar una causa en común todos los cordobeses, y de la misma manera que pedimos abiertamente la baja de las retenciones tenemos que pedir abiertamente una ley de biocombustible al nivel que tienen nuestros países hermanos. No podemos seguir teniendo un corte del 12%”, señaló Llaryora.
Al mismo tiempo, el gobernador reiteró el reclamo de eliminar las retenciones agropecuarias: “Piensen lo que serían 40.000 millones de dólares en manos de cada uno de nuestros productores. Lo que sería Córdoba, lo que sería la Argentina”, exclamó, haciendo referencia a la suma extraída del agro cordobés estos últimos veinte años.