Hace unos días, el 19 y 20 de marzo, la ciudad de Córdoba fue escenario de la primera edición en Argentina del World Peanut Meeting (WPM), un congreso mundial dedicado al cultivo del maní que reunió a más de 350 personas provenientes de 30 países. Había representantes de los productores, la industria y la cadena comercial del maní a nivel mundial.
“Somos una gran familia manisera y realizamos un gran evento de escala mundial en la provincia de Córdoba”, destacó Diego Yabes, presidente de la Cámara Argentina del Maní (CAM), visiblemente orgulloso. No era para menos, porque fue todo un desafío que esa cita se concretara por primera vez en el país. “Del encuentro lo que surgió como un driver para el futuro inmediato es que los negocios de exportación e importación tendrán cambios en los próximos años, por nuevas regulaciones y exigencias del mercado sobre todo en relación a la producción sustentable”, resumió el titular de la entidad.
Esa creciente demanda de los consumidores y de los gobiernos no es algo que asuste a la cadena local del maní, que en los últimos veinte años colocó a la Argentina como la principal exportadora mundial de ese cultivo, que ha llegado a aportar cerca de 1.000 millones de dólares anuales en divisas al país. En su discurso, Yabes destacó que gracias al trabajo colectivo, la industria del maní viene trabajando en la producción de alimentos de calidad premium y con foco en la sustentabilidad desde hace varios años, sumando nuevos proyectos de la mano de la Fundación Maní Argentino, como la medición de la huella de Carbono y en agricultura regenerativa.
Al día siguiente del Congreso, en una jornada a campo de maní, Bichos de Campo entrevistó a Diego Yabes:
“Esta economía regional es muy importante para todo lo que es el sur cordobés. Pero no solo Córdoba, que hoy representa el 75% de la siembra del maní. El resto está en otras provincias como San Luis, La Pampa, la creciente provincia de Buenos Aires, Santa Fe, las provincia del Norte”, describió.
De todos modos, más allá de la expansión territorial de las siembras, que se debe a la necesidad de ir rotando para ir cuidando los suelos, esta pujante economía regional se concentra en el sur de Córdoba, sobre todo en localidades como General Cabrera -donde se realizó el circuito del maní- o la vecina General Deheza.
“Muchas empresas invierten y trabajan en esto. Hay ya tres semilleros, está el semillero del INTA, que trabaja con empresas que lo apoyan, y después hay dos empresas privadas que también trabajan en el desarrollo de todo lo que es la semilla. Eso es muy importante, sobre todo para lograr semillas de mayor rendimiento, resistencia a ciertas enfermedades y problemas que siempre pasan en el campo”, elogió el presidente de la CAM.
Que prosiguió: “Después toda la industria de cosechadoras, de tractores, un montón de industria metalmecánica. Hace años que se invierte permanentemente en nuevas instalaciones, en infraestructura, en nuevos procesos. Hay máquinas que van evolucionando. Por ejemplo, tenemos unas máquinas que son electrónicas, que miran grano por grano y rechazan los granos, que no están bien, porque a los mercados que nosotros vendemos son muy exigentes”.
“Pensá que Argentina es el principal exportador del mundo de maní de alta calidad”, comentó.
Para Yabes, la producción de maní “es uno de los ejemplos más claros de economías regionales y del desarrollo que produce la industria en cada uno de los pueblos donde están las plantas procesadoras. Algunos pueblos tienen más de una planta y otros una sola planta. Ahí vos ves como no hay desocupación, hay salida laboral para los chicos que trabajan, que salen de las escuelas secundarias. Eso es muy importante para los pueblos”.
En ese sentido, el presidente de la CAM destacó la decisión de las empresas del sector de crear hace dos años el Instituto Argentino del Maní, que “sirve justamente para capacitar y para darle una salida laboral y a todos los chicos que salen del secundario, porque queremos generar eso, que la gente se quede acá en la zona”.
-Como presidente de la Cámara del Maní, aprovecho y te pregunto: ¿Cómo hacemos como sector agropecuario para que esta conjunción se empiece a repetirse en otras cadenas, en otros lugares?
-Hace muchos años que trabajo en el maní, más de 30, y ahora me toca a mí ser presidente, pero es algo que venimos rotando entre todos los miembros de la Cámara Argentina del Maní. La verdad que sí, es un “Nosotros”. A veces hablamos con los gobiernos nacionales que están de turno para que nos tomen como ejemplo, porque es un buen ejemplo de una economía que trabaja unida. La Cámara de Maní está conformado por 20 empresas que a su vez somos competidoras en el mercado internacional, pero trabajamos todos juntos en pos del desarrollo del sector, porque creo que eso es lo que importa, justamente para generar puestos de trabajo, valor agregado. Somos una cadena que más o menos le genera al país unos 1.000 millones de dólares, generamos muchos puestos de trabajo, mucha inversión y creo que ese modelo que lo tienen otras cadenas también debe ser replicado y fomentado por todos los gobiernos.
-Esta sinergia entre empresas que acá se llevan muy bien, pero que compiten afuera, no es algo que pase habitualmente.
-Puede ser que no, pero nosotros siempre trabajamos unidos, siempre trabajamos en pos de que seamos los primeros. Después cada empresa individualmente también trabaja para lograr eso mismo. Entonces se trabaja siempre con una visión de excelencia. Para nosotros es importante que el origen argentino sea el que esté bien representado.
Yabes está convencido de que haber organizado el primer Congreso Mundial de Maní en la argentina permitió que el mundo pudiese ver lo que es la industria argentina, lo que significa este clúster productivo. “Si vos hoy le preguntás a todos los extranjeros que vinieron acá, ellos te van a poder decir que se llevaron una idea de lo que es Argentina como origen” del maní que importan.
-Venimos hablando del vaso medio lleno. ¿Pero en la parte vacía del vaso, qué es lo que falta? ¿Qué es lo que hay por mejorar?
-Yo creo que una de las cuestiones centrales es tener políticas coherentes de largo plazo. Por ejemplo, en el caso de las retenciones, nosotros ahora no tenemos, pero creemos que esa política debería no solo ser para nuestra economía regional sino para todos los productos agropecuarios. No deberían existir. Eso si me parece que es algo que falta, que sea una política de Estado. Que cualquier gobierno que venga fomente las exportaciones, sobre todo en las economías que son 100% enfocadas a la exportación. Nuestra industria está enfocada a la exportación y hay poco consumo local, pero nosotros lo queremos fomentar.
-¿Me estás diciendo qué se puede mejorar el consumo local?
-Tenemos programas de fomento del consumo, nos gustaría que crezca el consumo de maní en Argentina. También estamos tratando de generar proyectos de más valor agregado. Las empresas están empezando a invertir. Cuando digo valor agregado es la pasta de maní, la manteca, el maní tostado, distintos subproductos que están apareciendo. También hay algunas investigaciones que se hacen en otros países para el consumo, para que el maní también sea usado para consumo animal. Así que todavía me parece que hay muchas cosas que se pueden hacer.