Los precios de los futuros de maíz Rosario Matba Rofex han venido registrando una mayor firmeza que los contratos gemelos del mercado estadounidense CME Group (“Chicago”).
Una de las razones que explican tal fenómeno es que la “palanca” de la prórroga de las Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de maíz está a sólo un mes de llegar a su fin y la “caja de ahorro” del cereal se está agotando.
En diciembre de 2022 el gobierno de Alberto Fernández procedió a habilitar la posibilidad de trasladar los permisos de exportación de maíz 2021/22 a la campaña 2022/23. En marzo de 2023 volvió prorrogar por 180 días más las DJVE de maíz con período de embarque comprendido entre el 1 de marzo de 2023 y el 31 de julio de 2023. Y a fines de julio procedió a extender nuevamente por 240 días corridos a las DJVE de maíz con vencimiento del embarque para el período comprendido entre el 24 de julio y el 30 de septiembre de 2023.
En los hechos, con las sucesivas prórrogas de las DJVE es factible que las compras de maíz realizadas en el ciclo comercial anterior puedan usarse en el siguiente, lo que implica que los exportadores pueden concretar embarques con mayor facilidad al no tener la obligación de que los mismos sólo puedan hacerse con partidas de la campaña en curso.
La cuestión es que la prórroga de las DJVE de maíz vencen a fines del próximo mes de mayo y la disponibilidad de partidas de maíz de campañas anteriores en el mercado argentino es muy limitada a causa de la “floja” cosecha 2022/23 y la venta masiva de stocks del cereal realizada durante el régimen del “dólar maíz”.
Una vez finalizado en mayo el “veranito” de la prórroga de las DJVE, a partir de junio, para poder cumplir con los embarques programados con partidas de la presente campaña, los exportadores deberían salir a comprar grandes cantidades de maíz.
Las DJVE registradas hasta el momento de maíz 2023/24 suman 24,0 millones de toneladas, mientras que las compras declaradas al 17 de abril pasado (último dato oficial) son de “apenas” 15,6 millones de toneladas. Es decir: tienen que “remarla” mucho para poder empalmar ambas cifras.
No puede descartarse que el gobierno nacional vuelva a prorrogar las DJVE de maíz 2023/24 para intentar descomprimir la situación, aunque, en tal escenario, la posibilidad de recurrir a partidas de campañas anteriores es más limitada que en las prórrogas anteriores, ya que tanto en 2021/22 como en 2022/23 los exportadores habían comprado más maíz del que finalmente pudieron embarcar.
Es decir: ya sea con o sin prórroga de DJVE, el “saldo a favor” en el “cajón” de compras de maíz es mucho más exiguo y, más temprano que tarde, los exportadores tendrán que salir a buscar cereal al mercado para poder cumplir con los embarques programados.
Vale recordar que a partir del mes de julio comienza la “temporada alta” comercial del maíz brasileño y los valores FOB sudamericanos del cereal tienen a enfriarse estacionalmente, con lo cual la “ventana” óptima para concretar exportaciones de maíz argentino se extiende a los próximos dos meses.