La “locomotora” china se está quedando sin combustible a causa de una crisis económica que, si bien no se evidencia con crudeza debido al férreo control informativo realizado por el gobierno totalitario de la nación asiática, se percibe a través del comercio con otros países.
Esta semana el USDA ajustó a la baja la estimación de importaciones de maíz por parte de China en el ciclo comercial 2024/25, lo que no representa, en términos estructurales, una buena noticias para las cotizaciones internacionales del cereal.
El nuevo pronóstico de compras de maíz por parte de China ahora es de 10 millones de toneladas, una cifra muy lejana a las 23,4 millones del ciclo 2023/24 y la más baja desde 2019/20.
“La caída de los precios del maíz refleja una desaceleración del crecimiento de la demanda de los usuarios finales, en particular del sector ganadero, que se enfrenta a un menor gasto de los consumidores chinos”, señala el informe del USDA.
Los precios internos de la carne bovina y los del maíz vienen cayendo en los últimos años, al tiempo que los de la carne porcina se mantienen estancados, aunque probablemente también habrían caído sin las compras estatales realizadas por el gobierno central.
“El menor crecimiento de los salarios y la caída de los precios de las viviendas, una fuente importante de riqueza para la clase media china, han frenado los ingresos disponibles. Esto es especialmente agudo en las zonas urbanas que impulsan la demanda de productos ganaderos”, apunta el documento.
El reciente anuncio del gobierno chino sobre una investigación orientada a detectar prácticas indebidas por parte de los países proveedores de carne bovina no hace más que introducir incertidumbre al respecto.
Los técnicos de la oficina del USDA en Beijing señalan que el gobierno chino “ha pedido a los compradores que limiten las importaciones de maíz, mientras que SinoGrain, la compañía estatal que gestiona las reservas estatales de granos, ha detenido las subastas de maíz importado y ha aumentado las compras de maíz nacional”.
“Sin embargo, hasta la fecha, los esfuerzos del lado de la oferta mediante la reducción de las importaciones no han revertido las caídas de los precios del maíz”, añade.
Lo que sucede en China no tiene impacto directo en las cotizaciones internacionales del maíz porque el producto está registrando un problema de oferta en Sudamérica y Ucrania, al tiempo que la demanda global se mantiene firme tanto en lo que respecta al sector cárnico como al de biocombustibles.
Estornudo un chino !!!!
Ya tienen excusas para bajar los precios acá…