En las últimas horas se realizó la Cumbre Panamericana de Biocombustibles Líquidos en Rosario, Santa Fe. Allí, donde expertos debatieron sobre las posibilidades de esta tendencia global de aprovechar los granos para convertirlos en combustibles, las autoridades provinciales recordaron la exigencia por una nueva ley de biocombustibles.
A la vez que Jujuy, Córdoba, Tucumán, Salta y Entre Ríos, Santa Fe impulsa un cambio de matriz productiva para aprovechar las capacidades industriales y agregar valor a la producción agropecuaria: Las 3 del norte, que producen más maíz o caña, elaboran bioetanol para cortar la nafta, y las 3 del centro elaboran mayormente biodiesel a partir de la soja mayormente.
Santa Fe es la pionera en biodiesel, ya que tiene en su territorio la mayor proporción de plantas industriales elaboradoras, aprovechando la cercanía con los lotes productivos de soja. Sin embargo, la producción industrial en Argentina está cayendo a niveles históricos, y se estima una capacidad ociosa cercana al 80%, mientras el mundo apuesta por esta agroindustria.
El marco regulatorio en Argentina de este segmento comenzó en 2006, cuando se sancionó la primera ley, y se volvió a discutir en 2021. En ese entonces, en contra de lo que el mundo hacía, Argentina redujo el porcentaje de corte con combustibles fósiles, poniéndole un pie encima a los biocombustibles y cediendo ante el lobby del petróleo fósil.
A partir de allí se recortó la cantidad de biodiésel que debía usarse para rebajar el gasoil, de 7,5% a 5%. En la nafta, el porcentaje de bioetanol se mantuvo en 12% (6% para el de caña de azúcar y 6% para el maíz), pero lejos quedó el sueño de incrementar el corte. Argentina se fue quedando atrás respecto de otros países, que ya utilizan un 30% de renovables.
Es por esto que las provincias del centro y del NOA están empujando una nueva ley, que permita volver a poner en marcha el sueño de la industria de los combustibles verdes.
En la cumbre celebrada en Rosario, tanto la vicegobernadora Gisela Scaglia como el ministro de producción Gustavo Puccini, reafirmaron la necesidad de un nuevo impulso. Scaglia reclamó una normativa con visión productiva y destacó el aporte del biodiésel como valor agregado para el campo: “Una nueva ley de biocombustibles tiene que permitirle a las empresas producir más”, dijo la mandataria.
En su intervención, Scaglia aseguró que una nueva ley de biocombustibles es necesaria y debe plantearse con una visión productivista. “Tiene que aumentar el corte y permitirle a las empresas producir más. Si producimos más y podemos vender más, va a cambiar el esquema productivo”, afirmó.
La vicegobernadora recordó que el sector agropecuario ha evolucionado más allá de la exportación de granos. Señaló que la biotecnología, la industrialización de alimentos y la incorporación de los biocombustibles transformaron la matriz productiva provincial. “El biodiésel es poner valor agregado a lo que producimos en nuestros campos y en nuestro interior”, remarcó.
Por su parte, Puccini resaltó la importancia de que el debate se realice en Santa Fe, provincia líder en biodiésel. Explicó que la Cumbre ofrece un espacio de intercambio entre productores, cámaras y especialistas de diferentes países. “Es un ámbito propicio para discutir la nueva ley de biocombustibles, que se está trabajando en el Congreso”, señaló.
Además, remarcó que una normativa renovada no solo incrementará la producción sino también el ingreso de divisas. “Una nueva ley de biocombustibles generará más producción y más divisas”, aseguró.
Puccini también hizo referencia al combustible de aviación sostenible (SAF). Recordó que YPF concretó un acuerdo con una empresa privada para reactivar una refinería en San Lorenzo, que será transformada en una biorefinería. Según explicó, el objetivo es que pueda producir combustible de aviación 100% SAF y con destino exportador.
El ministro advirtió que, pese al liderazgo santafesino en la materia, el sector enfrenta dificultades. Reconoció que los precios internacionales generaron un semestre negativo y que existe una capacidad ociosa superior al 80 %. “Ese es el desafío: aprovechar las plantas ya instaladas cuando el mundo reclama energía. Necesitamos aumentar el corte en el mercado local y, al mismo tiempo, abrir nuevos mercados internacionales que nos permitan comercializar nuestros biocombustibles”, sostuvo.
La Cumbre Panamericana de Biocombustibles Líquidos es organizada por la Coalición Panamericana de Biocombustibles Líquidos (Cpbio) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), con el apoyo de la Fundación Nueva Generación Argentina (FNGA). También colaboran entidades clave de la cadena agroindustrial como Acsoja, Carbio, la Cámara de Bioetanol de Maíz, Ciara, Maizar y el Centro Azucarero Argentino (CAA).