La economía argentina aún no asimiló el “efecto pobreza” que se generará a partir de un desastre productivo combinado con una tendencia bajista de los commodities en el mercado internacional. Así lo advirtió el consultor económico Salvador Di Stefano en un artículo publicado en su sitio personal.
“El precio del petróleo no para de bajar, después de llegar a la zona de 130 dólares el barril en enero del año 2022, comenzó un recorrido bajista que no se detiene. Las razones son variadas: Rusia necesita dinero para enfrentar la invasión a Ucrania, para eso vende petróleo a destajo a India y China con fuertes recortes de precio. Esto favorece la recuperación China, pero le pone un techo al precio del petróleo”, explicó.
Ese fenómeno se presenta en el marco de una desaceleración económica en EE.UU. y la Unión Europea. “En este contexto el petróleo se ubica cerca de los 70 dólares el barril; una baja adicional generaría un descenso a la zona de U$S 60 el barril. Casi una tragedia”, manifestó.
El consultor recordó que cuando el petróleo está bajo, el precio del aceite de soja se derrite y eso empuja a la baja al poroto de soja. El etanol también sufre y eso impacta sobre las cotizaciones del maíz.
Llegó la peor pesadilla: Los operadores especulativos comenzaron a “apostar” en contra de la soja
“Por otro lado, Brasil está frente a una mega producción de soja y maíz, inunda con granos los mercados, y esto hace que los precios sigan a la baja. Solo un cambio climático, un escenario bélico o una mayor demanda de Asia podrían revertir el escenario bajista; nada de esto se ve en lo inmediato”, comentó.
“Todo hace pensar que los precios inicien un camino a la baja. Al trigo le caben las generales de la ley, también en un escenario de alta producción, súper oferta y precios débiles”, añadió.
Di Stefano indicó que el sector agropecuario vivirá una gran descapitalización porque la sequía se llevó buena parte de los granos que se necesitaban para cubrir costos y aquellas empresas que tienen hacienda pueden recurrir a ese recurso para obtener capital, pero a costa de asumir un precio de venta muy bajo.
“Muchos emprendedores deberán inyectar capital nuevo o descapitalizarse para enfrentar las nuevas campañas. Tendremos quiebras, concursos y muchos cheques rechazados”, anticipó.
Di Stefano dijo que la clase política no evalúa mejorar la rentabilidad de los negocios agropecuarios vía baja de tributos y hay una corriente de opinión que desea devaluar para recuperar rentabilidad perdida.
“Desde nuestro punto de vista están incurriendo en un grave error. Devaluar el signo monetario es condición necesaria pero no suficiente; si desean lograr un efecto positivo en el sector, hay que bajar tributos, lograr equilibrio fiscal (menos inflación) y luego devaluar el signo monetario para buscar el equilibrio. Los que crean que solo se gana competitividad devaluando están totalmente equivocados”, remarcó.
El consultor proyecto que la inflación al mes de mayo sería del 115,0% anual, mientras que el novillito y novillo ajustó nominalmente en el último año un 55%, la vaquillona un 52% y las vacas un 15%.
Respecto al tipo de cambio de equilibrio, señaló que se encuentra en torno a los 600 $/u$s. “Se incrementó muchísimo el pasivo monetario, ya sea por emisión o altas tasas que se pagan por las Leliq y pases”, concluyó.
Somos pobres … me pregunto. TATO BORES DECIA Q CON LOS DOLARES Q TIENEN LOS ARGENTINOS PODEMOS COMPRAR USD…. por el origen de la pobreza es mala praxis desde q asumieron .Todas las medidas fueron devaluatorias . Quizás hay q empezar haciéndose cargo a quien votamos y asumir la consecuencias.