Casi sin quererlo, el productor cordobés Néstor Roulet se ha venido convirtiendo en un colaborador frecuentes de Bichos de Campo, pues cada tanto envía a nuestra redacción cálculos de márgenes agrícolas o números ganaderos que demuestran que no siempre, este vez en el campo, todo lo que brilla es oro. Sus planillas se han vuelto cada vez más frecuentes y punzantes, sobre todo para mostrar el proceso del deterioro de la rentabilidad agrícola pampeana, a la que muchos consideraban inexpugnable.
En este último trabajo el productor de Canals muestra con números una situación que debería ser intolerable para el campo, pues mientras el sector agropecuario (contando productores y dueños de campos) recibirá 1.252 millones de dólares de la cosecha de soja (con un sector de arrendatarios que perderá 1.141 millones), el Estado ganará sin ningún esfuerzo, más que con cobrar impuestos y sobre todo descontar retenciones, unos 10.855 millones.
“Hoy nos encontramos con un difícil dilema: el cultivo estrella del país, con más hectárea sembrada y con menor costo directo, se encuentra en una situación de baja rentabilidad o en muchos casos con rentabilidad negativa”, afirma Roulet, que llegó a ser vicepresidente de CRA y un alto funcionario del área agrícola en tiempos de Mauricio Macri, al introducirnos en su último análisis, que muestra como en este entorno cada vez más ajustado la soja ya no brilla como antes, y ahora se ha convertido en un excelente negocio, pero solo para el Estado.
El dirigente, obviamente, hace referencia a la persistencia de las retenciones o derechos de exportación (DEX) en el gobierno de Javier Milei, pese a sus promesas de campaña de eliminarlas de inmediato. El gobierno libertario no lo hizo y solo ensayó este primer semestre de 2025 una baja temporal, pero más parecida a los Dólar Soja de Sergio Massa para captar divisas por anticipado, que a la decisión genuina de reducir la presión fiscal sobre el sector. La Mesa de Enlace volvió a reclamar por este asunto la semana pasada frente al mismísimo Presidente Milei, que la recién luego de 18 meses de gestión. Este sábado que viene se realizará la inauguración oficial de la Expo Rural de Palermo y todas las miradas estarán atentas a lo que pueda decir el mandatario.
En este contexto, el nuevo análisis aportado por Roulet -que se suma a otros de los Grupos CREA que indican que 80% de la superficie sembrada con soja esta campaña 2025/26 está ofreciendo una rentabilidad negativa- suma presión para que el equipo económico deje de postergar la rebaja de retenciones prometida y ponga manos a la obra,.
¿Por qué? El cordobés en definitiva muestra, con números hechos a partir del cultivo de la soja en un campo propio y en otro alquilado, establece números reales del negocio agrícola. Vale decir que la mayor parte de la siembra se realiza bajo arrendamiento, por los cual en el negocio interviene también el dueño del campo que se queda con una parte del obtenido en concepto de alquiler. En todos los casos, para la elaboración de estos márgenes agrícolas, Roulet tomó un establecimiento de 300 hectáreas para calcular el costo de estructura, ubicado a 300 kilómetros del puerto para calcular el flete. Y si bien el rinde promedio de soja en el país fue de 27,7 quintales por hectárea (qq/ha), el prefirió tomar uno de 35 qq/ha para hacer esos cálculos.
Las retenciones, obviamente, reducen los precios recibidos por el productor groseramente, un 33%, luego de la nueva suba de ese tributo sucedida a partir del 1° de julio pasado. Por eso el precio internacional de la soja es una entelequia que no llega a manos del productor. Roulet tomó el valor de la soja a amrzo de 2026, que es de 380 dólares por tonelada.
En el caso del campo propio, donde el productor se ahorra el alquiler, el análisis concluye que se obtiene un ingreso bruto de 1,330 dólares, de los cuales el estado por vía de retenciones se apodera de inmediato de 438,90 dólares (el 33%). Con lo cual, el ingreso final de esa hectárea se verá reducido a 891 dólares.
Con ese ingreso, el agricultor deberá hacer frente a costos directos de 431 dólares y costos indirectos (flete y gastos comerciales) por 236 dólares- En total gastará para producir y vender la soja 667 dólares, por lo que su margen bruto se reducirá a unos 224 dólares.
Pero como a esa suma todavía restan descontarle otros impuestos (provinciales, municipales y otros nacionales como Ganancias por unos 141 dólares, a ese productor finalmente le quedarían en mano, como retorno de su actividad, la magra suma de 82 dólares. Es apenas una fracción de todo el dinero que se llevó el Estado en ese mismo recorrido, ya que -con las retenciones a la cabeza- en sus distintos estamentos llegará a embolsar 580 dólares.
Luego Roulet hizo el mismo cálculo de márgenes para el campo alquilado, que tiene que abonar un costo extra de 12 quintales por hectárea bajo arrendamiento, equivalentes a 336 dólares. Con ese adicional, los costos del productor trepan a 953 dólares, y en consecuencia su margen bruto se reduce tanto que arroja una pérdida de 62 dólares por hectárea, antes de otros impuestos. Con la carga de estos tributos, el daño a la rentabilidad llega a 90 dólares por hectárea, mientras que el Estado (que además le cobrará impuestos al dueño del campo) embolsará 613 dólares.
En base a estos resultados, y tomando como cierto que 70% de la superficie sojera (unas 18 millones de hectáreas en total) se trabajan bajo arrendamiento, y solo 30% corresponden a campo propio, el análisis de Roulet expone con crudeza como se reparte la famosa renta de la soja, que muchos argentinos suponen sigue siendo extraordinaria.
La conclusión de este estudio es lapidaria, porque mientras en total la soja producida este año significaría el ingreso de 23.940 millones de dólares, todos tendrán rentabilidades positivas menos el productor. Los dueños de su campo seguirán a flote, porque al menos obtendrían un retorno positivo de 443 millones de dólares. Pero el resto de los productores que arrienda y que cede 2.195 millones en el pago de alquileres a los dueños de los campos, enfrentará un quebranto de 1.141 millones de dólares.
Enfrente, insolidario por completo con ese resultado, en las planillas de Roulet se ubica el Estado, sobre todo el Nacional encarnado pro Milei, que embolsaría 10.855 millones de dólares. Sin correr ningún riesgo salvo el de una posible chiflatina en Palermo que seguramente no sucederá porque más allá de estos números los chacareros todavía se aferran a la esperanza de que el gobierno de La Libertad Avanza cumpla finalmente con su palabra.
Tras esta nueva tanda de números, de todos modos, Roulet es más escéptico: “”A la política (casta) no le interesa el campo, le interesa su renta”, define como conclusión de su trabajo.