Por Nicolás Razzetti (@NicoRazzetti).-
Los efectos de la sequía se están haciendo sentir. Faltó agua en el primer mes del año, un momento crítico para el desarrollo de los cultivos, especialmente la soja. Los pronósticos además indican que este mes la situación hídrica será bastante similar.
Este escenario climático y el relevamiento de datos sobre el estado de los cultivos obligó a los técnicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires a recalcular su proyección sobre la próxima cosecha de soja. La estimación en el arranque del ciclo agrícola fue de 54 millones de toneladas. Ahora se redujo a 51 millones. El recorte es del 5,5%.
El informe de la Bolsa porteña destaca: “Gran parte del área implantada transita etapas críticas para la generación de rendimiento, sufriendo condiciones adversas en diferentes sectores del país. El 34,6 % de los lotes se encuentra con una condición del cultivo de regular-mala y un 53 % con una condición hídrica de regular a sequía; mientras que el 31,5 % de los cuadros ya transita etapas de definición de rendimiento (R3-R6)”.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario también alertaron por el impacto de la sequía. Los técnicos de la Red GEA indicaron que “el 50% de la región núcleo no recibió precipitaciones el último fin de semana” y las perspectivas no son alentadoras.
Al respecto, el climatólogo Leonardo de Benedictis dijo que “la disponbilidad de agua en el perfil es muy baja y encima se espera que haya lluvias por debajo de los registros habituales con un núcleo de seca marcado en el sur del litoral y norte de la provincia de Buenos Aires”.
Si para la soja la situación es de creciente preocupación en las regiones más afectadas por la seca, para el maíz el escenario es diferente. Las lluvias que cayeron en el norte del país permitieron que se avanzara la siembra, e incluso en algunas zonas hay problemas de piso por exceso de agua.
Ese panorama permitió sostener la estimación de superficie a cubrir con el cereal en 5,4 millones de hectáreas informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.