Basta con la histórica relación que tienen las camionetas y el campo argentino como para justificar que nuestro país se ha convertido en “Tierra de Pickups”. Pero esta aseveración incluye una explicación económica e industrial que se ha acelerado en los últimos años.
Hoy las camionetas son las vedettes de una industria que históricamente produjo automóviles más que ningún otro tipo de vehículos. Pero en los últimos 15 años esa característica mutó hacia los vehículos de trabajo.
Desde hace más de un lustro que más de dos tercios de los rodados que se producen en el país son pickups. Y esa tendencia debería ir en crecimiento. Hoy, por ejemplo, la Toyota Hilux y la Ford Ranger se convirtieron en los dos modelos que más unidades fabricaron en toda la historia de la industria nacional, por encima de autos eternos como el Chevrolet Corsa o leyendas como el Falcon, el Renault 12 o el Peugeot 504.

Las razones de este fenómeno encuentran varias vertientes. En nuestro país hay un consumo histórico de pickups, relacionado principalmente con el campo y la minería como fuentes principales. Pero la evolución tecnológica, de seguridad y de confort de estos modelos ha hecho también que mucha gente optara por una camioneta como vehículo principal aunque no pise nunca un camino de tierra.
A esa preferencia también abonó las distintas restricciones al ingreso de modelos de gama media-alta y alta, especialmente SUV, que dejó sin opciones de renovación a muchos usuarios, que terminaron cayendo en una pickup por disponibilidad, equipamiento, prestaciones y resguardo de valor.
Claro que también hay una explicación económica, ya que las camionetas son mucho más rentables y su desarrollo resulta estratégico para la industria: además de un mercado interno fuerte, la exportación es otra clave de su éxito. Se calcula que la ganancia que da una pickup que se envía al mercado externo es equivalente a lo que se obtendría exportando dos automóviles medianos.

Es por eso que hoy en la Argentina se construyen varios modelos de pickups. Las “históricas”, Hilux y Ranger, se fabrican desde 1997 y 1996 respectivamente y son las que hoy lideran el mercado. Han sido, además, las que motorizaron el cambio de las camionetas grandes o full-zise, tipo F-100 o Chevrolet Silverado, a las medianas que hoy son multitud.
A ese dúo se le sumó la Volkswagen Amarok, a partir de 2010, que contra muchos pronósticos se convirtió en una de las preferidas del público que usa chatas, especialmente por las cualidades ruteras que ofrece al día de hoy. Pero también dejó con le cerró la boca a más de uno por su rendimiento fuera del asfalto. Un nuevo proyecto está en marcha para tener lista una nueva Amarok fabricada en el país a partir de 2027, desarrollo del que nos ocuparemos de conocer sus detalles próximamente.

Hay dos modelos que están de salida lamentablemente, porque son muy buenos productos. Se trata del dúo Nissan Frontier y Renault Alaskan, que todavía se fabrican en Córdoba pero que antes de fin de año finalizarán su producción. Se trata de un proyecto que nació con aires tormentosos, ya que originalmente incluía a la Mercedes-Benz Clase X, de la que se declinó su producción antes de empezar a fabricar. Los actuales problemas financieros de la marca japonesa, líder de este proyecto, aceleraron la salida de línea.
Pero a cambio se sumó otro proyecto doble, llevado adelante por el Grupo Stellantis: la Fiat Titano, ya a la venta, y el retorno de la Ram Dakota, cuya vida comercial en el país arrancará antes de que finalice el año. Ambos vehículos con producción en Córdoba.

A eso hay que sumarle el desarrollo que lleva adelante Renault con una pickup de media tonelada de capacidad de carga. Se trata de un vehículo inédito que comenzará su fabricación a partir del año que viene en Córdoba y que competirá en el terreno de las camionetas compactas, tipo Fiat Toro, Ford Maverick o Ram Rampage.
Claro que a este menú nacional hay que sumarle el importado, que ha comenzado a diversificarse estrepitosamente en los últimos dos años. A modelos con presencia conocida, como la Chevrolet S10 o la Mitsubishi L200, llegaron y seguirán llegando pickups chinas, de las que nos ocuparemos también más adelante. De hecho, ya hay oferta 100% eléctrica.

En la última década y media también se vio el retorno de las chatas gigantes, primero con Ram en solitario y hoy ya con una gama amplia de Ford F-150 y el arribo reciente de la Silverado de Chevrolet.
Como si fuera poco, las mencionadas camionetas compactas continúan conquistando cada vez más usuarios. Es cierto que la mayoría de ellos son urbanos, pero resultan también una buena alternativa para quien no precise cargar mucho o someter el vehículo a un duro castigo.

Este es un panorama de las pickups en nuestro territorio. Un tipo de vehículo que tiene una fuerte presencia desde hace décadas en en mercado local. Tanto que, por ejemplo, la rivalidad Ford vs Chevrolet en el automovilismo local se generó a raíz de la marca de camioneta que tenían los espectadores: los del óvalo estacionaban de un lado de la ruta y los del moño del otro, para ver pasar las cupecitas del Turismo Carretera en sus orígenes. Y con el desarrollo industrial de los últimos años, Argentina se ha convertido indiscutiblemente en tierra de Pickups.