“Los doce del patíbulo” es una histórica película bélica filmada en 1967, dirigida por Robert Aldrich, que fue muy elogiada y ganó un premio Oscar. Relly Savalas, Donald Sutherland, Charles Bronson, John Cassavetes y Lee Marvin son algunas de las estrellas de Hollywood que la protagonizaron. Se trata de un grupo de convictos condenados a muerte que son reclutados en la segunda guerra para realizar un ataque suicida en el corazón del ejército nazi.
Los argentinos también tenemos nuestros “doce del patíbulo”: son las grandes empresas productoras de biodiésel que tienen la difícil misión de exportar ese biocombustible a mercados que no las juzguen por cometer dúmping o actuar de modo desleal. Ya han explicado esto varios artículos, pero el más claro es este análisis del economista Daniel Lema.
El supuesto delito que cometen nuestros doce héroes es comprar soja un 30% más barata por efecto de las retenciones, pero exportan el biodiésel que elaboran con ella con una retención de 0,13% en la actualidad (hasta hace unos meses era de 6%). Este enorme diferencial de retenciones es la causa que, al parecer, las condena al patíbulo en los mercados internacionales.
¿Quiénes son nuestros Doce del Patíbulo? Un interesante informe de la Bolsa de Comercio de Rosario sobre la conformación de la industria argentina del biodiésel los identifica con claridad.
“En nuestro país hay doce plantas de gran tamaño, con capacidades de producción iguales o superiores a 100 mil toneladas por año. De esas doce fábricas, once están localizadas en la provincia de Santa Fe y, más precisamente, diez de ellas en el Gran Rosario donde funciona el complejo oleaginoso más importante a nivel mundial por el grado de concentración geográfica de la estructura industrial”, dice ese trabajo. Son esas grandes plantas nuestra avanzada a la guerra. Han salido lastimados de las mayores batallas, con sanciones primero en la Unión Europea y ahora en los Estados Unidos.
- LDC, la mayor de todas, es Louis Dreyfus Company.
- Renova SA es un joint venture formado en el año 2007 por Oleaginosa Moreno, perteneciente al Grupo Glencore, y Vicentin.
- Patagonia Bioenergía está formada por la asociación de dos empresas argentinas: Cazenave y Asociados y Energía & Soluciones SA
- Terminal 6 es otra de las grandes jugadoras del negocio y también está formada por dos empresas cerealeras, Bunge y Aceitera General Deheza (AGD),
- Cofco Argentina, de capitales chinos, es la unión de las firmas agrícolas Nidera y Noble Group.
- Cargill no necesita presentación: el grupo estadounidense es el mayor exportador de granos y subproductos de la Argentina, con cerca del 16% de los volúmenes totales.
- Unitec Bio SA es una empresa de la Corporación América, del empresario Eduardo Eurnekián, el mismo de Aeropuertos Argetina 2000.
- Viluco SA es la única empresa de las doce que se encuentra fuera de Santa Fe, ya que es una planta de Santiago del Estero, que pertenece al grupo tucumano Lucci, los dueños de la productora de limón Citrusvil.
- Vicentin, a quien ya vimos como socio de Renova SA, tiene además una fábrica de biodiésel en su pago chico, la ciudad santafesina de Avellaneda.
- Molinos Río de la Plata es la continuidad de las viejas Bunge & Born, primero, y Pérez Cómpanc después. En 2015 dividió sus negocios alimenticios y de graneles.
- Explora SA es una de las fábricas pioneras y también vende biodiésel hacia el mercado interno. Pertenece al grupo Endriven, que maneja varias firmas en el sector energético y de combustibles.
- AlbardónBio también nació como una Pyme que fabricaba el combustible verde para la corte interno del gasoil.
La mayor parte de estos 12 del patíbulo o grandes jugadores en el negocio local del biodiésel son filiales de grupos dedicados a la exportación e industrialización de granos, aceites y harinas. Tienen a la soja como su principal insumo y por ende se benefician notablemente al adquirir ese grano de los productores locales un 30% más barato que en los mercados internacionales.
Y si acaso elaboraran biodiésel a partir de adquirir el aceite de soja, su materia prima sería 27% más barata, también por efecto de los derechos de exportación aplicados desde 2002.
En total, la industria de biodiesel cuenta en la actualidad (setiembre del 2017) con 37 fábricas, que registran una capacidad de producción anual conjunta de aproximadamente 4.400.000 toneladas/año. Cerca de la mitad de esa capacidad, como surge del cuadro, pertenece a las primeras cuatro compañías.