Por Matías Longoni.-
Llegan noticias preocupantes desde España, que nos ponen de inmediato en estado de alerta. Dicen que “el jamón de bellota se ha visto perjudicado estos últimos meses por la falta de lluvia y la sequía que han sufrido las encinas. Las bellotas han caído dos meses más tarde por lo que los cochinos no se han podido alimentar bien y no han sido sacrificados a tiempo”. Grave, gravísimo.
Releemos, porque no lo podemos creer: el que está en peligro debido al cambio climático es nada menos que el jamón de Jabugo, quizás el más famosos de los jamones junto con el de Parma.
El jamón de Jabugo se llama así desde que se lo protege con una Denominación de Origen (DO) emitida por la Unión Europea. “Es un jamón sublime muy conocido por su textura, aroma y sabor singular, que se elabora en el Parque Nacional Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en condiciones microclimáticas únicas”, nos dice la Wikipedia. El jamón provienes de cerdos de la raza ibérica que vagan libremente (en libertad dentro de “la dehesa”) por ese parque nacional ubicado en Huelva, España, y que se alimentan exclusivamente con bellotas que caen de los árboles y pastos naturales. Nada más.
Es terrible lo que nos cuentan los medios españoles sobre este alimento tradicional de España, que suele ponerse al tope de las ventas en tiempos de la Navidad. Los fabricantes de este jamón, según nos cuenta una crónica de El Confidencial Autonómico, están muy preocupados porque debido a la falta de lluvias adecuadas se está alterando el ecosistema en el que se crían esos cerdos y eso ya pone en peligro la provisión al mundo del famoso jamón de Jabugo para las navidades de 2019 y 2020.
“La bellota ha caído más tarde de lo habitual. En vez de caer en septiembre-octubre, está cayendo ahora en diciembre. Todo se ha visto afectado por las pocas lluvias que ha habido estos meses y han provocado que las encinas estén secas”, explica el responsable de Jamones Velázquez, donde llevan 50 años elaborando jamón de bellota.
Es dramático todo. La escasez de bellotas caídas sobre los campos ha hecho que los cerdos no estén bien alimentados y que hayan perdido peso. Sus cuarto, las piezas de jamón de un futuro cercano, no son todo lo voluminosas que deberían ser. Para colmo, las estrictas reglas europeas sobre Denominación de Origen les impiden a los productores completar el engorde de dichos animales con otra cosa. Quien te dice… una harina de soja o un poco de maíz.
“Habrá que esperar a enero para valorar la calidad de los cerdos que vamos a sacrificar”, completan el sombrío panorama otras fuentes del famoso Consorcio de Jabugo en Huelva. En general, las fechas de sacrificio de los cerdos van del 15 de diciembre al 31 de marzo, pero esta año está todo retrasado. “En temporada de bellota se suelen sacrificar en torno a 10.000 cerdos”, añaden.
¿Y qué tiene que ver el jamón de Jabugo con los productores del norte de la Argentina? La verdad que no tienen casi nada en común, salvo que aquí también la sequía está haciendo cierto daño. En vez de demorar la caída de las bellotas de los árboles, lo que sucede en estas navidades en las provincias norteñas es que los productores, de tan seco que están los suelos, no pueden encarar la siembra de los granos que deberían servirle de sustento. No a los cerdos sino a ellos.
Un informe de Pablo Pochettino, de INTAGRO, nos cuenta que -debido a esta situación- “la siembra de soja en Argentina cubrió solo el 70,9% de las 18,1 millones de hectáreas proyectadas para la actual campaña, siendo el avance de implantación más lento del que se tenga registro”.
“Aún resta sembrar más de 5,2 millones de hectáreas de las cuales alrededor del 40% corresponde al norte argentino, que presenta amplios focos de sequía en una ventana de siembra que se extiende hasta mediados de enero”, avisó el trabajo técnico.
Y agrega que “en cuanto a maíz, con un retraso histórico en la implantación del cultivo, la siembra cubrió solo el 61,2% de las 5,4 millones de hectáreas proyectadas para el presente ciclo. La falta de humedad en la capa superficial de los suelos del extremo norte del país impide la incorporación de un importante número de lotes”.
Pero entonces, ustedes se preguntarán, ¿qué tienen que ver el jamón de Jabugo y la siembra de granos en el norte?
La verdad que nada, salvo que ambas producciones están padeciendo los efectos de una severa sequía. Pero si no se la contábamos hablando primero de los terribles padecimientos de los cochinos de Huelva ante la falta de bellotas, de la muy delicada situación de los productores del norte la mayoría de nosotros tampoco nos enterábamos…