Las abejas prestan uno de los servicios agrícolas esenciales: la polinización de muchos cultivos. Internacionalmente denominado como “Servicio Ecosistémico de la Polinización” esa laboriosa tarea de estos insectos y otras especia polinizadoras aporta “beneficios de la naturaleza a los hogares, las comunidades y las economías” que por suerte las abejas no pueden calcular y mucho menos cobrar. La factura, en caso de que hubiera que pagarla, sería millonaria.
Definido como el proceso de transferencia de polen de la parte masculina a la parte femenina de la flor, el proceso de polinización es “el principal responsable de la reproducción de un alto porcentaje de plantas que brindan alimento y sustento a todos los seres de la cadena alimenticia incluyendo al hombre”, recuerda un informe del INTA de Concordia, en Entre Ríos, que relata las primeras experiencias locales para medir el impacto económico de esta tarea de las abejas.
Para el análisis, en principio se recopilaron datos estadísticos para el periodo temporal 2014-2019 en la base de datos de la FAO y de los registros oficiales del Ministerios de Agricultura y entidades de productores. Para cada cultivo seleccionado se recopilo información del grado de dependencia a la polinización (bajo, moderado, alto o esencial), el área cosechada, la producción total y la ganancia bruta de la producción anual.
A partir de estos datos se construyeron las estimaciones del “Valor Económico atribuido a la polinización Entomófila (VEP)”, que varían dependiendo del grado de dependencia de la polinización en cada cultivo y la ganancia bruta de la producción anual.
Pablo Cavigliasso (foto), técnicos del INTA Concordia, explicó que las 27 categorías de frutales seleccionadas por su importancia representan una cobertura de 554.819 hectáreas en la Argentina, con una ganancia bruta de la producción anual promedio equivalente a 1.756 millones de dólares luego de su comercialización.
Del total de cultivos evaluados, 17 de ellos presentan dependencia a la polinización entomófila, ocupando un 41% de la superficie cultivada nacional y el 69.2% de la ganancia bruta anual promedio de la fruta. es decir que la tarea de las abejas tiene responsabilidad directa superlativa sobre la generación de 1.216 millones de dólares.
A su vez, de estos 17 frutales dependientes de la polinización hay solo 9 donde se “gestiona” este servicio. Esos 9 cultivos representan el 16.1% de la superficie cultivada con frutas en el país. Pero el valor de la ganancia bruta anual promedio de esta fruta es del 45% del total. Es decir que la generación de 798.7 millones de dólares tienen relación directa con la polinización.
Cavigliasso también pudo calcular el VEP en los procentajes de las 17 categorías de frutale analizados que van a la exportación. En ese caso, y si las abejas debieran pasar la factura por sus servicios a los clientes del exterior, “se obtiene un aporte anual promedio de 595.7 millones de dólares en la ganancia bruta por la exportación de esa fruta”, se explicó.
Los razonamientos que surgen después de este ejercicio de valorización del servicio de polinización son casi obvios. Por un lado, que el dinero que se genera con esta tarea es tres veces más alto que el valor atribuido a la producción de miel, que es de unos 200 millones de dólares.
También con este trabajo se muestra “la alta vulnerabilidad de los agroecosistemas debido a un déficit de polinización”.
En este sentido, múltiples investigaciones ya han demostrado y reportado la importancia de la polinización en diferentes cultivos de relevancia económica, ya que un 75% de los principales cultivos dependen de los polinizadores, y la contribución de los insectos polinizadores en el rendimiento y calidad de frutos o semillas. A nivel global, diversos estudios le atribuye un valor en la alimentación humana de 153 mil millones de Euros.