Sri Lanka es un caso testigo de cómo la gestión de la política agrícola es una cuestión crítica para las naciones que no puede estar a cargo de personas no calificadas para esa tarea.
La nación, una isla localizada en el océano Índico, al sur de India, la pasó realmente mal con la pandemia de Covid-19 porque desde 2020 los ingresos por turismo (muy importantes hasta entonces) desparecieron para luego regresar muy tímidamente.
Entonces el presidente del país, Gotabaya Rajapaksa, tuvo una idea “genial”: dejamos de importar fertilizantes y agroquímicos, nos “ahorramos” un montón de divisas, declaramos que la producción local pasa a ser orgánica y ¡bingo!
“Los productores no tenían suficientes insumos alternativos para apoyar este repentino cambio nacional hacia la agricultura orgánica alentado por el gobierno”, señala un informe del USDA publicado esta semana.
“Debido a la disponibilidad limitada de insumos, los rendimientos disminuyeron y se pronostica que la cosecha de arroz de 2021/22 será un 14% menor en comparación con el año anterior”, añade.
Con la caída de la producción, el país no logra autoabastecerse de arroz y, por lo tanto, debe importar un gran volumen del producto en un momento en el cual el precio internacional del cereal es muy elevado. Así, los precios internos del producto comenzaron a “volar por los aires”.
Como los valores internos pasaron a ser los de “paridad de importación”, en enero pasado el precio medio del arroz en el mercado interno del país asiático fue de 790 u$s/tonelada, una cifra 52% superior a la vigente en septiembre de 2021.
El gobierno, además de reducir los derechos de importación del arroz, comenzó a realizar –desesperado– compras del cereal en el marco de negociaciones bilaterales con India, Birmania y China.
En noviembre del año pasado, cuando el desastre generado ya era evidente, el gobierno de Gotabaya Rajapaksa levantó la prohibición para importar fertilizantes y agroquímicos, aunque el daño para la presente campaña 2021/22 ya estaba hecho.
Recientemente el gobierno de Sri Lanka anunció que pagaría compensaciones a los productores afectados por el faltante de fertilizantes y fitosanitarios, dado que el sector agrícola está más que furioso con la insólita medida instrumentada en 2021.
Type of imported rice🍚 we have in #SriLanka these days. Thanks to 69 ලක්ෂය, we now get to eat this🤮 Well, if not for the Fertilizer Ban imposed by the govt, we would’ve been self sufficient from rice.#ImportedRiceMafiaLK pic.twitter.com/SUeVxqnYjI
— Kanishka De Lanerolle (@K_DeLanerolle) February 9, 2022