El día de los inocentes se celebra todos los 28 de diciembre, lo que vale decir que todavía faltan dos semanas para que llegue esa fecha donde suelen hacerse todo tipo de bromas, incluso de humor negro. Para los integrantes de la Mesa de Enlace todo se adelantó y el chasco llegó con anticipación. El gobierno les confirmó este jueves que -en las antípodas de lo que había prometido Javier Milei en la campaña electoral- va subir las retenciones agropecuarias para recaudar al menos unos 1.000 millones de dólares adicionales del sector.
La mala noticia no es broma: tal como había anticipado el ministro de Economía, Luis Caputo, en reuniones con economistas y periodistas el mismo día en que en un mensaje grabado dijo que se iba a terminar la discriminación tributaria histórica hacia el campo, la suba de retenciones al 15% para todos los productos de la economía (excepto la soja, que tributa el doble) alcanzará también a todos los productos del complejo agropecuario. Es lo que le confirmaron tanto los enviados de Caputo como el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, a los dirigentes del sector.
El único consuelo que obtuvieron los presidentes de CRA, la Sociedad Rural, Federación Agraria y Coninagro de ese encuentro es una promesa de que se revisará sector por sector, para eventualmente definir una lista de exclusiones en el caso de que se confirme que la suba de retenciones afecte la rentabilidad de los productores. Vale decir que los funcionarios de Economía argumentan que esto no será así, pues la devaluación compensaría con creces esta alícuota de 15% a las exportaciones. Parecen desconocer los hombres de Toto Caputo que en el agro no todos son granos, y que muchas actividades venden al mercado interno en pesos, aunque tienen sus insumos dolarizados.
La segunda gran promesa de los funcionarios a los ruralistas es que -tal como adelantó Bichos de Campo– la suba generalizada de retenciones se aplicará como corresponde con una ley del Congreso Nacional, ya que se vencieron las facultades delegadas que tenía el Poder Ejecutivo en tiempos de Alberto y Cristina para mover a su antojo las alícuotas.
Hay una tercera promesa de los emisarios de Milei, en la que nadie cree demasiado: que este impuestazo va a ser temporal, mientras dure la emergencia económica. “Cada vez que nos pidieron un esfuerzo lo hicimos y nunca mas se sacó. La temporalidad no existe. Las retenciones se anunciaron primero por seis meses y ya vamos por 21 años”, indicó Carlos Achetoni, el presidente de Federación Agraria, recordando que el origen de esta etapa con el impuesto aduanero se remonta a la crisis de 2002, luego de la devaluación en el gobierno de Eduardo Duhalde.
La suba generalizada de retenciones se produce luego de que el gobierno anunciara un sinceramiento del tipo de cambio oficial, mediante el cual se liquidan las exportaciones, que de poco menos de 400 pesos pasó a más de 800 pesos (aplicando la fórmula 80/20). Los funcionarios de Economía explicaron que esa devaluación permite tener una rentabilidad suficiente como para que los productores puedan digerir el impuestazo. Y lo mismo argumentó Vilella, que debe haber tragado mucha saliva y su primer gran sapo frente a los dirigentes del campo: el ex decano de la Fauba había prometido no asumir el cargo si no se establecía claramente un cronograma para ir eliminando ese impuesto tan distorsivo. Otra vez, que la inocencia le valga.
Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural, remarcó que la medida de subir las retenciones (que fue ocultada en un principio en el discurso inaugural de Caputo a la población, y de la cual los ruralistas se enteraron por los medios), lógicamente no cayó bien entre los productores. Pero aclaró que no por eso cortarán lanzas ni se sienten “defraudados” con un gobierno que asumió apenas hace pocas horas y que además los convocó al diálogo. Se ilusionó con poder revertir la decisión en el caso de muchas economías que sufrirán el impacto de las retenciones.
“Estamos convencidos de que las retenciones son el peor impuesto que puede tener la producción”, dijeron los dirigentes de la Mesa de Enlace, que ahora esperan la convocatoria a una mesa técnica, para discutir sector por sector el impacto de este medida antes de que se envíe el proyecto de ley a Congreso.
En la campaña electoral, Milei había calificado el tributo aduanero como “el peor de los robos” que sufren los empresarios. Y lógicamente había anticipado que iba a desterrarlo de la economía. Desde el espacio libertario también se había esbozado la posibilidad de canjear el aporte de los productores por un bono, pero de esa posibilidad ni siquiera se habló en este reunión.
Ahora en el poder, necesitado de dinero fresco, el gobierno libertario tiene que recaudar de dónde sea. Y las retenciones son la manera más rápida de hacerlo: cada vez que sale un barco, ingresa dinero en las arcas estatales.
El economista Juan Manuel Garzón, de la Fundación Mediterránea, calculó que por la recuperación de la cosecha, el agro estaría aportando unos 6.300 millones de dólares en derechos de exportación (DEX) en el 2024, un 43% más que este año de sequía. Pero “al subir alícuotas, el gobierno le está pidiendo al sector un extra de unos USD 1.080 millones, según nuestras estimaciones”. Esto solo tomando en cuanta las economías pampeanas, no las regionales.
Las entidades rurales llevaron otros números a la reunión. Para sus economistas, la transferencia de recursos con el nuevo esquema de retenciones que planteó Caputo (33% para la soja y 15% para todo el resto, incluyendo petróleo, minería y energía, además de productos industriales y hasta los servicios), la recaudación total que obtendría el gobierno de Milei llegarían a los 16.000 millones de dólares en 2024, con la particularidad de que casi 1.000 de esos millones (unos 950 millones en realidad) provendría de las economías regionales a las cuales el anterior gobierno (y en especial Sergio Massa durante la campaña electoral) les había reducido a 0% el peso del tributo.
Pensaba en una nueva argentina. Pero esto no es un equipo. Es una improvisacion y mas de lo mismo. El motor se va a fundir si no ae sabe conducir
Totalmente de acuerdo con el comentario. Está claro que no hay programa económico consistente que premie al sector productivo que viene haciendo desde hace más de 20 años cuantiosos aportes de dólares vía retenciones.
Está bien. Hay que bancar a Milei.
400 días de paciencia.
Y bueno ,, volverán a golpearle la puerta a la Cristina aya en el Calafate para volver organizar el partido peronista y así armar un gobierno de coalición para cuando lo echen a patadas al nuevo precidente ,,, porque yo creo que todos sabemos que no yega al año este tipo
Todavía hay tiempo para hablar. Van a tratar caso por caso. Lo de Cañuelas, eso si estaba bien?
He sido médico durante 20 años y productor agropecuario durante 44(1976 hasta 2020) He visto todo, inundaciones,sequias, granizos, etc. Pero esos daños -naturales- nunca han sido peores que los producidos por los gobiernos de turno. Creo que una devaluación de u$s 350 a u$s 800 compensa en parte los aumentos de combustibles,insumos y sueldos. No es justo, pero tolerable dada la situación en que quedamos (cuántos de los quejosos son los que votaron a Fernández , hoy se quejan?) y además no estamos en el nivel de pobreza del 40 x ciento de indigentes. Ser confrontativos con un gobierno de quince dias, que nos salvó de algo peor, es como menos carecer de empatía.
Agrego
El Ing. Vilella a quien seguí cuando era Decano me pareció brillante sobre todo en la extensión hacia los productores tiene una visión, no de lo que es perfecto, sino de lo posible y comprende nuestros problemas. dejemos de presionar a nuestros representantes ,Soc.Rural, CRA Federación Agraria, para que presionen sobre el gobierno, porque esa presión (fui presidente de mí Sociedad Rural, fundador del CEIDA, delegado de CRA en el Consejo de Economía y Socialidad Rural del Idel INTA, grupos CREA, etc.) los obliga a tomar actitudes inconducentes.