Apareció una tormenta no pronosticada en buena parte del norte de la región pampeana argentina y con ella se instaló la esperanza de poder sembrar trigo o cebada 2023/24.
Si bien en el transcurso de la presente semana los pronósticos oficiales no contemplaban la posibilidad de una precipitación abundante en la zona, la naturaleza “regaló” finalmente una bendición a una región que viene muy castigada desde 2022 por l sequía.
En algunos sectores del norte de la provincia de Buenos Aires, que venían muy comprometidos, llovieron entre 40 y 50 milímetros, lo que representa un alivio enorme para las empresas de la zona.
Aún falta mucho, en diversos sectores, para lograr recomponer el déficit hídrico que se viene arrastrando desde la primavera pasada. Sin embargo, toda lluvia importante es obviamente bienvenida cuando faltan semanas para el inicio de la siembra de granos finos.
La mayor parte de las empresas agrícolas argentinas, luego del fracaso de la cosecha fina y gruesa 2022/23, necesitan contar entre diciembre y enero próximos con un ingreso genuino para poder gestionar el quebranto económico generado por el desastre climático.
Por otra parte, se tratará de la primera cosecha realizada con un nuevo gobierno nacional, el cual eventualmente podría generar mejores condiciones tributarias y comerciales para los cereales.
En diferentes sectores del NOA, NEA, Litoral, sudeste de Córdoba y sur de la zona pampeana ya se dispone de la humedad necesarias para poder encarar la nueva campaña de granos finos.
¿Por qué los pronósticos no son exactos? ¡La respuesta está en la incertidumbre! 😱🌤️
Los científicos trabajan constantemente para mejorar las predicciones meteorológicas y reducir ese grado de incertidumbre, en un sistema tan complejo y dinámico como es la atmósfera. ¡Mirá!👇🏻
— SMN Argentina (@SMN_Argentina) May 4, 2023