A la segunda reunión que mantuvieron en pocos días con el nuevo ministro de Agricultura, Luis Basterra, los dirigentes de la denominada Mesa de Enlace del NOA y NEA, que representa a productores de todas las provincias norteñas con la extraña excepción de Salta, llegaron con la tarea más que realizada: llevaron un Power Point de 43 páginas que explicaba por qué resulta inviable producir allá granos con este nivel de retenciones.
Pero al cabo de la reunión, de más de tres horas de duración, la sensación fue que todo ese trabajo había sido en vano, pues nuevamente los dirigentes agropecuarios de las gremiales norteñas (especialmente de Tucumán y Chaco), debieron regresar a sus provincias con las manos vacías. El titular de Agricultura les dijo que debería discutir el asunto con su par de Economía y pormetió una respuesta en “tiempo incierto”.
Las declaraciones periodísticas de Osvaldo Martín, presidente de la tucumana Apronor, son gráficas del desencanto que se apoderó de los dirigentes:
“Luego de tres horas de reunión, de evaluación de costos de producción y de llegar a la conclusión, los dirigentes y el ministro Basterra, de que es inviable la producción de granos en el norte con estos niveles de retenciones, no hay ninguna solución a corto plazo”, fue el resumen que hicieron los tucumanos de Apronor, donde ya se decidió convocar a una asamblea para ver cómo seguir.
Las 43 páginas del documento elaborado por los norteños fueron presentadas a Basterra, quien es agrónomo y proviene de Formosa, por lo cual está más que informado de las desventajas que enfrentan quienes producen en aquellas regiones alejadas de los puertos, que no dispone además de tierras tan productivas como las de la pampa húmeda. En muchas zonas, demás, el gro soporta una profunda sequía, que impidió la siembra en tiempo y forma.
Para quienes sí pudieron sembrar las cosas no serán mucho mejores. A modo de ejemplo, los dirigentes elaboraron esta planilla con el margen bruto esperado para una soja producida en el Chaco. El cálculo arroja una pérdida de más de 60 dólares por hectárea. La rentabilidad sería negativa en un 13% de la inversión.
Tras exponer largamente todas las particularidades de la región, los ruralistas dijeron que “el impacto de las retenciones para el norte es altísimo siendo que la producción total de granos de estas regiones no supera el 10% de todo el país”.
Luego, el bloque reclamó que las retenciones para todos los cultivos cosechados en esas provincias bajen hasta un máximo del 5%, que es lo mismo que pagan muchos otros productos de las economías regionales. “De ésta manera podremos recuperar la viabilidad de nuestras producciones y contribuir a la disminución de los índices de pobreza, Desarrollo Humano y empleo de nuestra región”, argumentaron.
Las urgencias del gobierno parecen ser distintas.