Los productores de garbanzo deberán comenzar a declarar ante el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) de la Afip el área sembrada y los cultivares empleados tal como ya se exige en el caso de soja, trigo, algodón, arveja, cebada, arroz y maní.
La medida, establecida por la resolución 563/2023 del Inase, publicada hoy en el Boletín Oficial, indica que el cultivo de garbanzo “resulta una actividad de marcada importancia a nivel nacional e internacional, como cultivo de invierno, siendo alternativa productiva fundamental para zonas del centro-norte argentino”.
Y remarca que “existen avances tecnológicos suficientes para desarrollar este cultivo y potenciar su rendimiento, llevándolo a niveles productivos que generarían altas rentabilidades al agricultor, producto de la demanda de exportación”.
La norma especifica que en los últimos dos años se inscribieron en el Registro Nacional de Cultivares seis nuevas variedades de un total de doce que cuentan con propiedad intelectual vigente, “dando muestra de la expectativa de crecimiento y reforzando la conveniencia de fomentar y fortalecer la investigación e introducción de nuevo germoplasma”.
Los cultivares de garbanzo fueron desarrollados por investigadores de INTA, la Estación Experimental Obispo Colombres, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Córdoba, Granaria SA y Quimarsem SA.
La resolución 563/2023 del Inase señala que “con la finalidad de mejorar la eficiencia, el control y la fiscalización de la actividad, por parte del Inase, se han generado sistemas como el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) que permiten tomar información sin sumar burocracia hacia los productores agrícolas”.