El gobierno nacional anunció el cierre del registro de exportaciones de maíz 2019/20 cuando aún faltan sembrar más de un millón y medio de hectáreas de maíz tardío.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó hoy que a la fecha se llevan implantadas casi un 75% de las 6,30 millones de hectáreas programadas a la fecha.
Si bien la decisión oficial está orientada al maíz disponible, la misma le pegó de lleno a los precios del maíz “nuevo” 2020/21, lo que introduce un factor de riesgo crítico no contemplado al momento de diseñar la campaña maicera de la presente campaña.
En ese contexto, muchos productores advirtieron que la medida –tal como sucedió en el pasado reciente– podría derivar en un cambio de estrategia hacia modelos agronómicos “defensivos”, los cuales se caracterizan por priorizar los cultivos más “baratos” y reducir al mínimo el aporte de nutrientes y tecnología.
El “apagón tecnológico”, además de promover fenómenos indeseables –como la sojización–, constituye una amenaza para la dinámica económica de las provincias de base agropecuaria y también para el propio Estado nacional, el cual depende de las divisas generadas por el agro para administrar el tipo de cambio fuertemente intervenido por el Banco Central (BCRA).
Los productores también señalaron en redes sociales que, tal como ocurrió durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, las intervenciones generan distorsiones comerciales profundas que pueden beneficiar a algunos eslabones de la cadena en desmedro de los productores.