Los productores girasoleros del Chaco han apostado con todo al cultivo que mejor se da en la zona, el girasol. Sembraron esta campaña un récord histórico, con 468 mil hectáreas. Es que las cosas a mitad de año pintaban bien, con un precio de referencia de 310 dólares la tonelada. Pero ahora cayó a 220 dólares. Casi 100 dólares menos. Un dineral para los que asumen todo el riesgo a campo.
José Luis Schaosvkoy, presidente de Sociedad Rural del Sudoeste Chaqueño, da cuenta de la situación: “Vinieron los de ASAGIR (la Asociación Argentina del Girasol, que nuclea a toda la cadena de la oleaginosa) y nos incentivaron a que le metamos ficha, pero después nos cambiaron las reglas de juego a partir de que sembramos”, señaló el productor en diálogo con Bichos de Campo.
El chacarero mostró su decepción con los compradores locales “más allá de que haya bajado el precio mundial”. Y explicó: “El aceite en Rotterdam estaba 840 dólares y ahora ronda los 700. Amén de eso, existe una distorsión terrible en el precio, por una concentración de demanda y atomización de la oferta. No existe un mercado girasolero transparente”. Schaosvkoy contrastó con lo que “sucede con la soja, el maíz y el trigo, donde hay una competencia perfecta y mercados de referencia como Chicago y Kansas”.
Aquí la entrevista completa con el productor chaqueño:
El ruralista criticó “la diferencia que existe entre lo que publica Agroindustria, de capacidad de pago de la industria aceitera, y el precio de pizarra. Hay 800 pesos de diferencia desde el vamos”.
Y remarcó que “después lo que distorsionó todo fueron las retenciones. Que tampoco deberían aplicarse para nuestro caso, porque el girasol de esta zona, al ser primicia, queda todo para el mercado interno”.
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Según sus números, hoy la distorsión equivale a entre 38 a 45 dólares. Ese sería el diferencial que se quedan la industria y los exportadores (que van por el mismo lado generalmente), en detrimento de los productores de la provincia. So9lo en Chaco se recolectarán cerca de 900 mil toneladas de girasol, nada menos que el 30% de la cosecha nacional de la oleaginosa.
“Somos una economía regional y esto lo tiene que entender los ministros (Nicolás) Dujovne y (Dante) Sica”, señaló el dirigente rural. El viernes a la noche, Schaosvkoy se juntó en Las Breñas con varios productores autoconvocados de todo el Chaco para armar un escrito con el propósito de que lo reciban las entidades agropecuarias. El mismo reclama que se lleve a cabo una denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
“Esto recién salta ahora, pero campaña tras campaña sufrimos estos desajustes. El tema es que otros años igual daba para el productor, por más que nos saquen los 40 dólares. Este año no da, pero ellos se siguen llevando igual ese diferencial”, señaló refiriéndose a las grandes aceiteras y exportadoras.
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¿Y qué pasa con ASAGIR, aquella entidad que debe bregar por el bien de todos los actores de la cadena? Se rió el productor antes de contestar: “Y bueno, si vos te fijás quienes son sus auspiciantes… Bunge, Cargill, AGD, Molinos. Hay cuatro aceiteras principales que manejan el 70% del comercio del girasol. Y Cargill que salió del mercado últimamente, habría que averiguar por qué”, denunció.
“ASAGIR no nos puede decir que ‘lamenta’ que no nos llegue el precio. Cuando este diferencial lo venían aplicando. La de ellos la siguen guardando siempre. Lo que pasa es que antes nosotros como productores mansitos no chillábamos. Saludo a todos los productores y a no bajar los brazos”, finalizó Schaosvkoy.