La sensación de que el sorgo reemplazará al maíz en muchos lotes a sembrar en la campaña agrícola 2024/25 va cobrando cuerpo, ya que se estima que muchos productores podrían usarlo como refugio luego del daño que ha ocasionado la ahora famosa “chicharrita” y la enfermedad que transmite, el Spiroplasma.
Aunque aún no se publicaron estimaciones oficiales de intención de siembra para la próxima campaña, el mercado descuenta que la implantación de maíz tardío resulte la más afectada por este corrimiento, inclinando la balanza en favor de la soja y el sorgo.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en este sentido indica que “si bien resultan sondeos muy preliminares, potencialmente el área sembrada con sorgo podría recuperarse a un rango entre 0,9 y 1,2 millones de hectáreas” debido a esta situación.
Y frente a un área posible de 1,2 millones de hectáreas (aunque algunos hablan de 1,4 o 1,5 millones)}, según la BCR “sería posible hablar de una producción de 3,8 millones de toneladas de sorgo para la 2024/25 tomando rendimientos promedios”.
En el escenario de mínima, pensando en un área objetivo “más factible” de 0,95 millones de hectáreas, la cosecha se ubicaría en cambio en torno a 3 millones de toneladas.
En cualquiera de los casos, siempre estaría por encima de los 2,4 millones de toneladas logradas en el ciclo actual.
Pensando en un escenario de largo plazo, y con la perspectiva de que se potencie la cadena de valor a partir de este incidente con la chicharrita, con un área sembrada de 2 millones de hectáreas y en línea con los récords registrados para la campaña 1970/71, la producción podría crecer hasta 6,37 millones de toneladas aproximadamente, afirmó la Bolsa rosarina.
Según especialistas del sector, la industria semillera para esta campaña que comienza estaría en condiciones de abastecer un área de 0,95 millones de hectáreas, por lo que “parece difícil abordar el creciente interés local”.
Por ahora, el interés en el sorgo queda patente cuando se observan los precios de las semillas previo a la siembra, que durante abril registraron ajustes al alza que se mantienen hasta al menos comienzos de mayo. “De hecho, el elevado nivel de demanda y de ventas, ha impulsado a alguna semillera a recurrir a producciones en contra estación de otros países. Las tensiones dentro del mercado, frente a una mayor demanda y una oferta que no ha logrado acomodarse al cambio drástico en las expectativas el mercado ajusta por precios”, se explicó desde la BCR.