Que la sequía está provocando un daño mayúsculo sobre los cultivos ya no caben dudas. La gran pregunta de quienes producen o utilizan granos es saber de cuánto es este impacto. Hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Airs lanzó la primera de estas estimaciones y es bastante dramática. En el escenario más optimista, las cosechas de soja y de maíz estarían levemente por arriba de los 40 millones de toneladas cada una. Pero en la hipótesis más pesimista, e igualmente probable, caerían por debajo de ese volumen.
En los cultivos de la fina la suerte ya está echada: se proyectan apenas 12,4 millones de toneladas de trigo y 3,8 millones de cebada. La gran pregunta es qué sucederá con el maíz, la soja y el girasol, que además aportan el grueso de los recursos anuales, a los productores y a toda la economía.
“El presente informe realiza un análisis de dos escenarios posibles tomando como base las cifras presentadas en el lanzamiento de campaña gruesa 2022/23”, indicó la Bolsa porteña. El primero de esos escenarios es el llamado “moderado”: la soja caería a solo 41 millones de toneladas, el maíz a 44,5 millones y el girasol a 3,7 millones.
Respecto de los números de la campaña pasada, tomados de la Secretaría de Agricultura, el daño queda a la vista. En la campaña 2021/22 se produjeron 22 millones de toneladas de trigo, 5,3 millones de cebada, 43,9 millones de soja, 59 millones de maíz y 4 millones de girasol. Todos los cultivos van para atrás, con mayor impacto en el trigo y el maíz, y menor daño en la soja.
Pero ese es el escenario positivo, y depende de que llueva bien y rápido en los próximos días. El escenario pesimista trazado por la Bolsa de Cereales es mucho peor y habla de producciones de solo 35,5 millones de toneladas para la soja, de 37,8 millones de toneladas para el maíz y de 3,5 millones para el girasol. Es decir, los dos primeros cultivos de la Argentina perforarían el piso de las 40 millones de toneladas. Hay que remontarse a la gran sequía de 2017/18 para encontrar algo semejante.
“Ambos escenarios presentan una posibilidad de ocurrencia real, los que podrían alcanzarse en caso de persistir las condiciones agroclimáticas actuales”, indicó la Bolsa
El documento también comparó estas situaciones con las estimaciones iniciales de producción que habían sido presentadas en septiembre de 2022, cuando comenzó la siembra y todavía había ilusiones de buenas lluvias.
En el primer escenario la caída del Producto Bruto Agroindustrial (así lo llaman, aunque se refiera solo a la agricultura extensiva) respecto al ciclo 2021/22 sería de 11.025 millones de dólares, es decir del 21%. Pero si la situación empeora y el escenario es el más temido, el daño al PBI agrícola seria de 15.025 millones de dólares y el retroceso respecto de la campaña anterior llegaría al 30%.
“El impacto negativo de la sequía con relación a las proyecciones de septiembre es equivalente al 1,1% o 1,8% del PBI, según sea el escenario”, remarcó el informe.
Caída la producción y por lo tanto recortado el Producto Bruto del sector granario, habrá que descontar también menores exportaciones. En este caso la Bolsa estimó caídas en los embarques que van de 9.226 millones de dólares en un escenario moderado a 14.115 millones en el escenario de mayor sequía.
Y sin tantas exportaciones, también se resentirá la recaudación por impuestos, en especial de derechos de exportación. “El Estado dejaría de percibir entre 3.143 millones de dólares (-18%.) y 4.739 millones (-27%.) dependiendo el escenario”, marcó la Bolsa.
Este es el informe completo:
Impacto de la sequía sobre la Campaña 2223