Las cosas deberían ser diferentes en el camino para elegir un nuevo presidente o cualquier otro cargo público: en vez de que los políticos pongan a prueba la paciencia de los ciudadanos con eslogan y promesas vacías, lo que debería suceder es que sean ellos los que pasen por diferentes pruebas, como para empaparse de los problemas y demostrar su idoneidad. Luego los argentinos podremos elegir entre quienes hayan realizado esos deberes.
Si esta fuera la fórmula, una tarea impostergable que habría que encomendar a Patricia Bullrich, Sergio Massa y Javier Milei, y a los otros dos candidatos, es que sea de lectura obligatoria el libro que acaba de editar la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de la República Argentina. Se titula “El Agro y el Ambiente: políticas y estrategias”, y sus autores principales son Ernesto Viglizzo y Roberto Casas, dos eminencias en la materia, aunque además colaboran varias decenas de los principales expertos en estas materias.
Ciertamente, la obra debería ser material de estudio urgente para nuestros gobernantes, porque la Argentina está cruzada por decenas de dilemas y debates que entremezclan los planos productivo y ambiental. Luego de su lectura, los candidatos deberían dar examen.
“La obra no debe ser vista exclusivamente desde una perspectiva científica o académica, sino como una contribución primaria a establecer las políticas y estrategias agro-ambientales, el cual ha sido su objetivo medular. Este pequeño libro intenta cubrir carencias en políticas de estado que, idealmente, deberían ser sostenidas a través del tiempo y los gobiernos”, aclaró uno de los editores, Roberto Casas, ex titular del Instituto de Suelos y Clima del INTA, a Bichos de Campo.
El dilema sobre el que deberían definirse nuestro próximo Presidente, y no como los últimos que vienen haciéndose los sotas frente a estas debates o solo asumen posiciones bastante demagógicas, es que “la población mundial continuará aumentando en las próximas décadas y esto sin dudas tendrá consecuencias sobre el planeta”, y que en ese contexto, “la expansión e intensificación de la agricultura mundial” supondrá también “una amenaza para el funcionamiento de los ecosistemas y la protección de la biodiversidad”.
“Se propone la edición de una obra liderada por miembros de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria con el fin de contribuir a la solución práctica de problemas ambientales que afectan al sector rural. No se trata de una actualización bibliográfica, ni de evaluar el ‘estado del arte’ de nuestras disciplina . Se trata de plantear, con realismo puramente práctico, los problemas que un funcionario que diseña políticas públicas, una entidad empresaria o un empresario individual, deberá resolver ante los desafíos ambientales presentes y futuros”, advierten los editores.
El libro está dividido en 12 capítulos que analizan temáticas ecológicas y ambientales específicas de alta prioridad. Cada capítulo es liderado por un miembro de la Academia u otra figura reconocida de la ciencia y la tecnología abordando las problemáticas del suelo, el agua, el carbono, la contaminación, los bosques, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.
Entre los colaboradores hay nombres de fuste, que por suerte en la mayoría de los casos hemos podido entrevistar a lo largo de los años en Bichos de Campo: Además de Viglizzo y Casas figuran Víctor Sadras, Fernando Andrade, Esteban Jobbágy, Miguel Taboada, Nora Kugler, Marianela Diez, Mirian Barraco, Jorgelina Montoya, Luis Carrancio, Gabriel Vázquez Amábile, Alejandro Radrizzani, Pablo Peri, Eugenia Magnasco, Jorge Crisci, Claudio Bertonatti, Liliana Katinas, Martín Oesterheld, María Semmartin y Emilio Satorre. Un lujo.
Los capítulos vienen precedidos por un Resumen para Decisores, redactado por los editores, que “procura sintetizar y resaltar cómo cada capítulo contribuye a esclarecer la estratégica relación entre el agro y el ambiente”. En los próximos días, con permiso de los autores, publicaremos este capítulo síntesis.
El objetivo del libro, finalmente, es convertirse en “una contribución a la necesidad de satisfacer las futuras demandas de productos de la agricultura argentina y reducir paralelamente el impacto ambiental de la actividad, asegurando la provisión de servicios ecosistémicos esenciales para la sociedad”.
No es obligatorio. Pero ojalá que los candidatos a la Presidencia puedan leerlo. Deberían.