Las ventas anticipadas de maíz argentino de la nueva campaña 2024/25 se encuentran en mínimos históricos ante una sucesión de eventos desfavorables para el cereal.
Con la cosecha de maíz 2023/24 finalizada, los datos del informe semanal de la Secretaría de Agricultura indican que se dio comienzo a la implantación de los primeros lotes de maíz temprano correspondiente al ciclo 2024/25.
Aún sin datos oficiales por parte de la entidad gubernamental, las primeras proyecciones de siembra realizadas por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su último informe de estimación mensual nacional indican que el área a implantar sería de 7,7 millones de hectáreas, lo que representa una caída del 21% respecto de la campaña previa.
La menor intención de siembra responde principalmente a las pérdidas producidas por el “achaparramiento” del maíz en la campaña actual a causa de las enfermedades transmitidas por Dalbulus maidis y el temor a que la situación se repita durante la nueva campaña.
“A ello se le suma la incertidumbre respecto de las condiciones climáticas, siendo que se prevé nuevamente el comienzo del fenómeno climático ‘La Niña’ para esta primavera, que suele asociarse con lluvias por debajo del promedio en la zona núcleo argentina”, indicó el informe de la BCR.
“Por su parte, dado que la chicharrita afecta principalmente a las siembras tardías, se espera que crezca la proporción de producción que se siembra de manera temprana”, añadió.
La incertidumbre en torno a la producción de la nueva campaña se plasma en la comercialización adelantada de maíz en el mercado interno.
Las compras de maíz 2024/25 por parte de la industria y de la exportación al 28 de agosto –último dato oficial– ascendían a tan sólo 992.300 toneladas, ubicándose 62% por detrás de las compras registradas a la misma altura del año pasado. “De hecho, este volumen representa apenas el 19% de las compras promedio de 5,2 millones de toneladas para igual fecha de los últimos cinco años y es el menor volumen registrado desde 2015”, remarcó el informe.
Por otra parte, dado que la chicharrita amenaza la concreción de las siembras tardías y se prevé que crezca el porcentaje de los lotes maiceros correspondientes a siembra tempana, es de esperar que exista una caída relativa del volumen de maíz a cosecharse alrededor de los meses de julio y agosto, en favor del grano a recolectarse en torno al mes de marzo (si el clima acompaña, claro).
“Como consecuencia, se advierte cierta variación relativa de los precios del cereal de la nueva campaña en el mercado a término local. Teniendo en cuenta las cotizaciones al 5 de septiembre en Matba Rofex, el ‘pase’ entre los contratos de Maíz Rosario Abril y Julio de 2025 se ubicó en 4,5 u$s/tonelada, la menor diferencia en los últimos seis años”, apuntó la BCR.
Los fondos agrícolas están cada vez más “manija” con el maíz porque prevén un panorama alcista