Desde que cambió el signo del gobierno nacional en diciembre pasado, y tal como había hecho en múltiples ocasiones durante el mandato de Alberto Fernández, Bichos de Campo requirió a las autoridades de la ex Secretaría de Agricultura el listado histórico de permisos de exportación de carne vacuna otorgados desde ese organismo entre abril de 2021 y diciembre de 2023, cuando se dejó de exigir las Declaraciones Juradas de Exportación de Carnes (DJEC) a los frigoríficos interesados en vender ese producto al exterior.
Desde este medio hemos hecho varias veces este pedido de acceso al listado de DJEC ante la nueva gestión de la Secretaría de Bioeconomía, a cargo del ex decano Fernando Vilella, pero sin resultados positivos. Las promesas de transparencia hechas por ese funcionario no condujeron a nada. Finalmente sus voceros dijeron explícitamente que no responderían a este pedido de acceso a información que debería ser pública, pero que sin embargo todas las gestiones, desde los tiempos de los ROE Rojos creados por el kirchnerismo, se han ocupado de ocultar.
Resulta inevitable entonces escribir esta nueva nota con esta pregunta sin respuesta: ¿Por qué razón el secretario Vilella, como hacía Guillermo Moreno, oculta los datos sobre los permisos de exportación de carne previos a su gestión? La verdad es que no lo sabemos.
Es más que obvio que los listados de DJEC concedidos por las autoridades deberían ser de conocimiento público, pues se trata de permisos de exportación distribuidos por el Estado Nacional a una serie de empresas exportadoras, que en especial han sido un grupo de treinta frigoríficos nucleados en el Consorcio ABC pero también enroladas en otras cámaras de la industria. Especialmente porque los cupos de exportación fueron decididos por las sucesivas autoridades de la ex Secretaría o Ministerio de Agricultura sin criterios claros, lo que permite sospechar de discrecionalidades por parte de ex funcionarios.
La difusión pública de esta información podría haber evitado muchas cosas.
Los DJEC fueron reimplantados por el gobierno de Alberto Fernández en marzo de 2021, cuando se decidió volver a poner limitaciones y requisitos para exportar carne vacuna, salvo las cuotas arancelarias como la Hilton o la cuota americana. Se trataba de un permiso que se asemejaba al viejo Registro de Operaciones de Exportación (ROE) que había sido creado por Guillermo Moreno y Ricardo Echegaray, y del cual tampoco jamás se conocieron jamás las empresas beneficiarias. Los empresarios interesados en exportar debían pedir permiso por cada embarque primero ante la ex ONCCA, que luego enviaba los datos a Comercio Interior y finalmente con ese aval destrababa los permisos de embarque ante la Aduana.
En aquella época de Moreno y Echegaray, los embarques de granos y lácteos también requerían de ROE Verde o Blanco, según cada caso. Pero en esos casos la ex Secretaría de Agricultura sí identificada a cada empresa que recibía los permisos de exportación. En el caso de los embarques agrícolas, que son los que más divisas generaban, los ROE Verde incluyeron los datos de cada empresa luego de un escándalo de corrupción, cuando en 2009 se otorgó permisos por 1 millón de toneladas de trigo a una empresa dudosa llamada SIPEA. Luego de ese incidente, los socios de Ciara-CEC reclamaron que la información fuera pública.
Pero extrañamente con el sector frigorífico siempre se mantuvieron ocultos esos mismos datos, dando pie a sospechas de corrupción y favoritismo para ciertas empresas. Tanta mala fama tenían, que finalmente los ROE fueron eliminados por el gobierno de Cambiemos en 2015, ni bien asumió el presidente Mauricio Macri.
Desde marzo 2021, cuando volvieron las intervenciones oficiales sobre el negocio y los ROE Rojo fueron reemplazados por las DJEC -creadas por Resolución Conjunta 3/2021 y reglamentadas por la Disposición 59/2021 de la Dirección Nacional del Control Comercial Agropecuaria-, Bichos de Campo viene reclamando que se de a conocer la identidad de las empresas que recibían los permisos estatales para exportar. Pero pese a múltiples promesas, las gestiones de Luis Basterra, Julián Domínguez y Juan José Bahillo siempre mantuvieron esa información bajo siete candados.
El denominador común de estas tres gestiones fue que los DJEC fueron implementadas por el ex director nacional de la ONCCA, luego ascendido a Subsecretario de Mercados Agropecuarios, el contador Luciano Zarich, quien previamente había sido designado por el gobierno como sub-interventor de la aceitera Vicentin. Zarich esquivó los sucesivos pedidos de informes realizados por este medio. Y cuando una vez tuvo que aportar la información ante un pedido formal de acceso a la información pública, lo hizo con datos encriptados e incompletos, que no permitían realizar una investigación periodística.
Con el cambio de gobierno y la llegada de Vilella a la gestión pública, y a pesar de que unas de sus primeras medidas fue suspender nuevamente la intervención estatal en el comercio exterior de carne, tal como había prometido el presidente Javier Milei, Bichos de Campo se ilusionó con acceder al listado final de DJEC entregados por la ex ONCCA entre 2021 y 2023, para desechar o confirmar la posibilidad de que se haya beneficiado a un grupo de empresa por encima de otras. Se solicitó esa información además como parte de una batalla cultural: todo beneficio concedido por el Estado a los privados debe ser objeto de información transparente.
Luego de varios pedidos formales realizados a sus voceros, éstos prometieron primero difundir la información, pero transcurrieron los meses y esos datos nunca fueron revelados. Nuestras ilusiones se desvanecieron.
A esta altura, con seis meses de gobierno libertario, queda claro que Vilella ha decidido formar parte del club de los oscurantistas, junto a Moreno, Echegaray y Zarich. Lamentablemente no entendemos las razones, pero suponemos que finalmente esta decisión confirma que el reparte de DJEC, como antes los ROE, se realizaba con gran discrecionalidad por parte de las autoridades y quizás en común acuerdo con las cámaras de la industria frigorífica. También suponemos que Vilella ha decidido proteger la gestión de Zarich, ponerla a salvo de preguntas incómodas.
Esta posibilidad había sido anticipada por Bichos de Campo en una nota que Vilella calificó como “operación de prensa”. Lo cierto es que esa crónica contaba que en algunos sectores de la cadena cárnica, en diciembre pasado, había temor porque muchos de los ex funcionarios que acompañaban a Luciano Zarich en la ex ONCCA sigan ocupando funciones relevantes con el nuevo gobierno. Y eso finalmente sucedió: permanecen varios funcionarios de este entramado en la estructura actual de la Secretaría de Bioeconomía, dentro del área de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios y la ex ONCCA.
Nosotros nos damos por vencidos. Seguramente ahora, gracias a los buenos oficios del ex decano de la FAUBA, los listados de DJEC pasen a archivo sin haberse conocido nunca.