Por tercer año consecutivo Brasil exportará un volumen considerable de trigo entre los meses de septiembre y noviembre para aprovechar la “ventana comercial” existente antes del ingreso al mercado internacional del cereal argentino.
Brasil logrará producir 9,55 millones de toneladas de trigo este año para generar una oferta exportable de 2,60 millones de toneladas del cereal en el ciclo 2023/24, según estimó este jueves el organismo oficial brasileño Conab.
Con la suba de precios internacionales del trigo generada por la invasión rusa a Ucrania, Brasil se estrenó en el ciclo 2021/22 como exportador de trigo y desde entonces le “tomó el gusto” a esa oportunidad comercial.
La movida resulta perjudicial para la Argentina porque abastece con anticipación a clientes internacionales atendidos tradicionalmente por la Argentina, además de promover eventuales bajas de los valores FOB de origen sudamericano.
De todas maneras, Brasil mantiene la proyección de importación de trigo –mayormente originado en la Argentina– para atender sus necesidades internas, lo que implica que la estrategia, fundamentalmente, consiste en exportar trigo “caro” para importarlo “barato” durante la “temporada alta” comercial del trigo en el hemisferio sur.
En lo que respecta a la campaña gruesa 2022/23, Conab incrementó la proyección de cosecha de maíz, que ahora queda en 125,5 millones de toneladas versus 124,87 millones previstas un mes atrás, pero mantuvo la estimación de la oferta exportable en 48,0 millones.
En cuanto a la soja, la nueva estimación de cosecha es de 154,8 millones de toneladas versus 153,63 millones proyectadas un mes atrás con un oferta exportable de poroto de 95,0 millones contra 94,3 millones estimadas en abril pasado.
El trigo argentino está virtualmente libre de derechos de exportación (pero a nadie le importa)