La decisión de las autoridades del Banco Central de Japón de cortar la “bicicleta financiera” con yenes prácticamente regalados –a tasas de interés ridículamente bajas– provocó una contracción enorme en el mercado bursátil de esa nación que se expandió a otras naciones.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio experimentó una caída histórica del 12,4% este lunes luego de descender casi un 6% el pasado viernes. Esa salida masiva de capitales se expandió a los mercados bursátiles de Asia, EE.UU. y Europa.
En el inicio de la jornada muchos se agarraron la cabeza porque imaginaron que los precios de los contratos del CME Group (“Chicago”) iban camino a desbarrancarse.
Sin embargo, los futuros de soja en Chicago terminaron hoy con importantes alzas, mientras que las cotizaciones del maíz y del trigo finalizaron en terreno positivo.
La razón detrás de esa aparente incongruencia reside en el hecho de que los administradores de fondos agrícolas que operan en el CME Group ya venían descontando un escenario bajista en las últimas semanas. De hecho, en el caso de los futuros y opciones de maíz los últimos datos disponibles al 30 de julio mostraban que los especuladores ya estaban pegando la “vuelta”.
Eso implica que los precios de los granos en el CME Group ya venían descontando un contexto bajista, más allá de cuál haya sido la hipótesis que sustentó ese posicionamiento.
Sin embargo, esa buena noticia momentánea podría dejar de serlo si el episodio registrado en el mercado bursátil en las últimas semanas deriva en una crisis sistémica profunda como la registrada en 2007/08.
En ese caso, la “resistencia” de los futuros agrícolas será finalmente vencida para pasar a convertirse en un activo financiero más por liquidar en el marco de un proceso masivo y generalizado de “vuelo hacia la calidad”, es decir, hacia colocaciones de riesgo mínimo, como es el caso de los títulos del Tesoro de EE.UU.
Al respecto, lo que suceda en la presente semana será clave para poder visualizar si lo ocurrido en los últimos días es un hecho puntual o bien el inicio de un “crash” bursátil de gran magnitud a escala global.