Un trabajo publicado este viernes por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) aporta el mejor argumento contra quienes aconsejan cerrar los puertos cerealeros en estos días de pandemia global. Sin dejar de reconocer que hay que extremar los cuidados para que el Coronavirus no se expande por allí, no es menor el dato de que la actividad de esos puertos es central para la salud económica de la Argentina. Tanto que en 2019 salieron por esas terminales el 44% de las exportaciones. Es decir, que 44 de cada 100 dólares logrados por la Argentina en el exterior pasaron por ese conducto.
El documento, firmado por Franco Ramseyer, toma números del INDEC para analizar el aporte de este sistema logístico en materia de divisas. Recuerda que “en total la República Argentina realizó exportaciones por 65.115 millones de dólares en 2019”, de los cuales los complejos oleaginoso y cerealero aportaron unos 29.000 millones de dólares, lo que es decir el 44% de todas las exportaciones.
Es una barbaridad de divisas. Si la memoria no nos falla, nunca antes la participación de los complejos agrícolas fue tan importante dentro de la canasta exportadora, pues usualmente rondaba entre 25 y 30%. En esto tiene que ver el declive de otros sectores exportadores, pero sobre todo que la campaña agrícola 2018/19 , luego de que Argentina atravesara la peor sequía en medio siglo en el ciclo 2017/18, alcanzó el récord histórico de 142 millones de toneladas.
Esta es la síntesis de la participación de los complejos exportadores en 2020, según los datos del INDEC:
Detrás del complejo oleaginoso y cerealero, pero bastante atrás aparecen el automotriz (U$S 7.126 M), petrolero-petroquímico (U$S 5.076 M), minero metalífero y litio (U$S 5.106 M), bovino (U$S 4.830 M), frutícola (U$S 2.304 M), pesquero (U$S 1.863 M), farmacéutico (U$S 886 M), hortícola (U$S 880 M), forestal (U$S 691 M), textil (U$S 508 M), avícola (U$S 451 M) y otros (U$S 6.450 M).
Como es habitual, pero más exageradamente que nunca, el complejo oleaginoso fue el año pasado el sector que permitió un mayor ingreso de dólares al país, alcanzando los 18.867 millones de dólares, un 29% del total exportado. Entre los despachos del complejo oleaginoso, a su vez, el 89,8% correspondió al complejo soja, 5% al complejo girasol, 4,5% al complejo maní, y 0,8% al complejo olivícola.
Así, solo el complejo soja totalizó exportaciones por 16.943 millones de dólares, aumentando un 12,5% en relación al año previo, y mostrándose muy cerca del promedio de los últimos tres años.
Por su parte, el complejo girasol registró despachos por 935 millones de dólares en el 2019, aumentando un 23,4% en comparación con el año previo. Los otros dos complejos que integran el oleaginoso fueron el de maní, que exportó 841 millones de dólares (un 16,2% de incremento interanual) y el olivícola, por 148 millones (cayendo un 5,7%).
En el caso del Complejo Cerealero, las exportaciones tuvieron un incremento del 23,6% respecto del año previo, alcanzando un monto de 10.076 millones de dólares. El 59,8% del total estuvo explicado por el complejo maicero; 28,1% por el triguero; 10,2% por el complejo cebada y 1,8% por el arrocero.
El primero de estos complejos, el maicero, logró que sus despachos totalizaron 6.025 millones de dólares en 2019, registrando un incremento del 40,1% interanual.
En tanto, el complejo triguero permitió un ingreso de divisas al país por cuenta de 2.836 millones de dólares, mostrando un leve decrecimiento interanual del 0,1%. Las exportaciones del complejo cebada totalizaron 1.029 millones, incrementándose un 22,9% interanual. Por último, el complejo arrocero sumó 185 millones de dólares exportados en 2019, aumentando un 6,9% en un año.
Todos estos dólares pasaron por los puertos de exportación que ahora trabajan bajo este protocolo de emergencia.